lunes, 30 de diciembre de 2013

LA OPOSICIÓN: ACIERTOS Y ERRORES (II)
Gehard Cartay Ramírez
La semana pasada destacamos el valor de la lucha librada por la oposición en medio de las más difíciles circunstancias.
Lamentablemente, esa lucha admirable ha tenido algunas limitaciones. La más importante de ellas -a mi juicio- ha sido el electoralismo excesivo que la ha contagiado. Toda la estrategia opositora democrática ha girado alrededor de lo electoral, lo que, sin duda, es muy importante, pero también hay otras áreas tan primordiales -o más- que la sóla concurrencia a las diferentes elecciones que se convoquen.
Si lo electoral ha privado por encima de lo demás, por supuesto que la estrategia desarrollada ha obedecido a ese sólo objetivo. Así, lo electoral ha terminado “contaminándolo” todo y, por tanto, los éxitos y fracasos de la oposición democrática se miden sólo por los resultados electorales, y no desde otras dimensiones.
Veamos ahora cuáles son esas otras vías constitucionales y democráticas, distintas a la electoral. Son varias, por cierto, y muchas de ellas han demostrado, aquí y afuera, su efectividad.  
Una muy importante es la lucha de calle, que no se ha priorizado como debe ser. No sé porqué en la cúpula opositora nacional se le teme a este recurso de lucha, siendo, como lo es, un derecho constitucional. Su ejercicio, por supuesto, debe ser pacífico y ciudadano, como siempre lo ha sido en estos 15 años durante las escasas oportunidades en que se ha dado. Concebida en estos términos, la protesta popular callejera es un recurso legítimo que no podemos obviar. Y menos cuando la crisis del país la exige y necesita.
Una segunda vía es la lucha social al lado de las comunidades para acompañarlas en sus exigencias de una mejor calidad de vida y batallar a su lado por la justa solución a sus grandes y pequeños problemas. Hoy por hoy las dificultades de todas las comunidades urbanas y rurales se acumulan, sin que el régimen las atienda y resuelva como es su obligación. Paradójicamente, mientras Venezuela ha recibido ingresos extraordinarios como nunca antes por concepto de los altos precios petroleros, las comunidades del país han visto crecer sus necesidades de todo tipo. Cualquier observador, por superficial que sea, puede darse cuenta cómo han crecido los cinturones de miseria, cómo campea el desempleo y la inseguridad y cómo se han deteriorado los servicios públicos de primera necesidad.
Una tercera vía es el compromiso a fondo con los crecientes sectores más pobres. Esta franja poblacional se la ha tenido siempre como afecta al régimen, aunque en realidad poco a poco ha dejado de serlo. Y tiene razones al respecto, porque nunca como ahora ha crecido la pobreza en Venezuela, desmontando el mito de que el actual régimen por primera vez “puso a los pobres en su agenda”, como gustan decir los voceros oficiales y repiten como loros algunos opositores ingenuos. Que los haya convertido en parte fundamental de su discurso demagógico es una cosa muy distinta a que los haya atendido, ejecutando políticas económicas y sociales para reducir la pobreza.
Una cuarta vía es acentuar también los nexos y compromisos con la clase media, que ha sido una consecuente aliada de la oposición democrática. Ya está suficientemente comprobado que esa clase media se viene empobreciendo aceleradamente desde que Chávez tomó el poder en 1999, como consecuencia de las erradas políticas económicas del régimen en estos 15 años, dirigidas a atacar la iniciativa privada, alejar la inversión y estimular el desabastecimiento, la inflación y la carestía. Por primera vez en mucho tiempo, la clase media ha visto frenado su ascenso social y económico, que venía siendo un logro sostenido desde los años cincuenta del siglo pasado.
Tal vez si profundizáramos en estas vías no electorales pudiéramos sensibilizar a los millones de abstencionistas, a quienes no han logrado interesar ni el régimen ni la oposición democrática. Pero resulta claro que en este segmento habría que suponer la existencia de una mayoría opositora. Lo digo porque la maquinaria electoral oficialista pulsa siempre métodos represivos para obligar a su clientela electoral a acudir a votar. Ergo, pareciera que somos los opositores los que hemos sido más perjudicados por la abstención.
La oposición democrática tiene que salir al encuentro de la gente. Sus dirigentes deben dejar de priorizar los medios de comunicación -hoy, por cierto, cada vez más cerrados a la disidencia- y salir a conversar cara a cara con las grandes mayorías.
La próxima semana nos referiremos los problemas de liderazgo y de ciertas tendencias absurdas que también han limitado la lucha de la oposición democrática.

LA PRENSA de Barinas - Martes, 24 de diciembre de 2013

jueves, 19 de diciembre de 2013



CORPOBARINAS: HERRAMIENTA DE DESARROLLO

DISCURSO DEL GOBERNADOR
GEHARD CARTAY RAMÍREZ
ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA, AL PRESENTAR EL PROYECTO DE LEY DE CREACIÓN DE LA CORPORACIÓN DE DESARROLLO DEL ESTADO BARINAS (CORPOBARINAS)

(Barinas, 25 de octubre de 1994)

Ciudadanos Diputados:
Con especial complacencia acudo hoy ante la Asamblea Legislativa para hacer entrega del Proyecto de Ley, elaborado por mi gobierno, que crea la Corporación de Desarrollo del Estado Barinas (CORPOBARINAS). Hago así uso de la facultad que la Constitución del Estado -en su artículo 52- confiere al Ejecutivo Regional en materia de iniciativa legislativa y, como jefe del mismo, presentar proyectos de leyes para su respectivo estudio y consideración.
Cumplo, en verdad, con una sentida aspiración de la colectividad barinesa, deseosa desde hace tiempo de contar con un organismo que planifique y promueva su desarrollo sobre la base de la bondad de sus potencialidades y sus riquezas humanas y materiales.

Nuestras potencialidades
Nadie discute hoy día la trascendencia y proyección de las posibilidades con que cuenta Barinas para alcanzar metas de progreso y desarrollo. Podríamos decir, incluso, que sus perspectivas son en este sentido verdaderamente excepcionales. En Barinas concurren un conjunto de elementos que le comunican singularidad, le abren extraordinarias oportunidades y lo sitúan en niveles por los que necesariamente debe ser tomada en cuenta a la hora en que se produzcan las más trascendentales decisiones nacionales y regionales.
Sin embargo, tampoco nadie puede dudar que es posible asegurar nuestro desarrollo en la medida en que quienes estamos comprometidos con esa tarea tengamos una elaborada, clara y precisa visión de las áreas y sectores claves sobre los cuales deben fundamentarse las acciones que impulsen ese proceso de desarrollo sostenido e indetenible.
En este sentido, debemos tomar conciencia de que Barinas es tierra abierta a las relaciones de intercambio con el resto del país e, incluso, del mundo, y también tierra de excepción para el abastecimiento de alimentos, para la producción y transformación de maderas y para el suministro de recursos hidráulicos y energéticos.
Barinas es tierra de ciudades y pueblos en pleno proceso de crecimiento y expansión; de ubicación estratégica por la cercanía a la frontera y por ser paso obligado de bienes y personas provenientes de las zonas andinas, de los estados llaneros vecinos, del centro del país y del oriente colombiano.
Particular interés, en este sentido, nos muestra la privilegiada ubicación geográfica del Estado Barinas, por cuanto -insisto- se encuentra en contacto permanente con las regiones andinas, por ser receptor de su población y tránsito de sus productos, y también por estar en inmediata relación con los llanos venezolanos y, a través de estos, con el centro y el oriente del país.
Barinas es centro vital de laboriosos trabajadores y porfiados empresarios, cuyos frutos provenientes del esfuerzo cotidiano se transforman y distribuyen a lo largo del territorio nacional y fuera de las fronteras de la patria. Barinas es tierra fecunda, a cielo abierto, para la inversión y la generación de riqueza, propicia para la iniciativa privada y, desde luego, espacio de compromiso para quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones, proporcionar recursos y crear estímulos adecuados, de manera de otorgarle a la población niveles de bienestar cónsonos con las nuevas realidades.
El Estado Barinas es la sexta entidad regional si se la compara con la extensión territorial de los demás estados del país. Su superficie es superior incluso a la de muchos países, como Israel, Bélgica, Kuwait, Líbano, El Salvador, Puerto Rico, Antillas Holandesas y Albania, por ejemplo, sin dejar de lado la circunstancia de que la tierra barinesa contiene mayores riquezas naturales renovables y no renovables, todo lo cual revela nuestras extraordinarias potencialidades, situación que, por lo demás, debe ser ineludiblemente tomada en cuenta por quienes trazan las estrategias de desarrollo nacional y regional.
El Estado Barinas, a su vez, es puerta de entrada y salida hacia el oriente colombiano de importantes flujos de bienes, servicios y personas, todo lo cual reafirma, una vez más, su condición estratégica en sus relaciones de intercambio. Esta posición de privilegio se potencia cuando se observan las facilidades que tiene para incorporarse a importantes redes de comunicación de tipo terrestre, fluvial y aéreo que lo pueden poner en contacto con el resto del país y del mundo.
En un modelo mundial de competencia y especialización como el actual, el escenario internacional es propicio para colocar los productos que tradicionalmente ha venido produciendo el Estado Barinas. El plátano y el cambur, los frutales, el cacao y el café, los cereales y las oleaginosas, la carne vacuna y sus derivados, entre otros, tienen claras perspectivas de ser colocados en países asiáticos como Japón, Taiwán, Corea, Singapur o el actual protectorado inglés de Hong Kong, mercados que continuamente manifiestan su interés por este tipo de productos, junto con los Estados Unidos y países europeos.
Comentario especial merecen la madera y sus productos industriales, los cuales no sólo participan de un amplio mercado interno sino que, además, la demanda mundial le ofrece perspectivas ilimitadas. Los barineses hemos tenido en la madera un producto de alta calidad y -hasta hace pocos años- abundante en nuestras selvas y reservas forestales. Hoy lamentablemente se está agotando, como consecuencia de la explotación indiscriminada, la tala y la quema. Sin embargo, nuestra reserva maderera puede ser procesada y comercializada con racionalidad, resembrando los bosques, combatiendo su explotación criminal e impidiendo la tala y la quema. De manera que, en estos términos, podamos seguir comercializándola y, sobre todo, manufacturándola en nuestra región. Sólo así, creando conciencia, haciéndola objeto de una atención preferencial y de una cuidadosa planificación, podremos evitar su agotamiento o inadecuado aprovechamiento, como en efecto viene sucediendo.
Pero, además, no solamente deben tomarse en cuenta las posibilidades que ofrece el mercado internacional para colocar nuestros productos regionales, sino también los beneficios adicionales que para la experiencia de productores e instituciones comprometidas con el desarrollo científico/tecnológico suponen los aportes científicos y los adelantos tecnológicos que nos pueden suministrar otros países, a través de estas relaciones de comercio e intercambio. Se trata, en efecto, también de una vía para modernizar procesos productivos.
Otros rubros de la agroindustria y de las ramas metal mecánica ofrecen oportunidades cada vez mayores para ser colocados, en condiciones ventajosas, a nivel mundial y particularmente en los países caribeños y signatarios del Pacto Andino.
El petróleo y el gas, aunque forman parte de los recursos estratégicos del país, manejados por el Estado Venezolano con exclusividad, tienen en el Estado Barinas importantes reservas en el subsuelo que constituyen un rico potencial y fuente de valor agregado en términos de empleo, servicios y otras beneficios para la economía regional.
No entender la dimensión de Barinas en un ámbito de mayor envergadura es circunscribirse a un simple parroquialismo y a un regionalismo absurdo, producto de miras de muy corto alcance. Lo que está planteado es proponerse metas más altas, objetivos de mayor alcance, que dejen atrás el anacronismo, el conformismo y las limitaciones que por años nos han trasmitido liderazgos mediocres, ineptos e ignorantes, sólo motivados por su enriquecimiento y ambiciones personales.

Nuestras limitantes
Lamentablemente, al lado de nuestras potencialidades extraordinarias coexisten también absurdas limitantes.
Resulta un contrasentido, una paradoja llena de cinismo e injusticia, que siendo Barinas una entidad de tantas riquezas y posibilidades,   haya crecido en todos estos años una penosa situación de pobreza y miseria extremas entre la mayoría de sus habitantes, situación que ha debería llenar de vergüenza a quienes han conducido la región.
Y es que esta ha sido la primera y fundamental limitante del desarrollo regional: la conducción de un liderazgo sin sentido de grandeza, más preocupado de su provecho personal que del destino colectivo de los barineses. La abulia, la mediocridad, la corrupción y la falta de grandes objetivos detuvieron a Barinas durante décadas, sin reparar el daño ocasionado a nuestra región. Así, mientras otras entidades federales  entraban en una fase superior de participación comunitaria y de formulación de proyectos y de metas de desarrollo regional, el Estado Barinas permanecía al margen de los cambios nacionales, atado a concepciones de gobierno más propias del siglo XIX que de este siglo XX que ya va a culminar en apenas seis años.
A quienes, por fuerza de los hechos, tenemos ahora que heredar esa falta de grandeza y de responsabilidad que afectó a los dirigentes barineses por años, la misma nos debe llenar de estupor y de indignación: pobreza en aumento alarmante y escandalosa, economía deprimida crónicamente, crisis de la salud, desempleo sostenido, precarias condiciones de los servicios públicos, ausencia de inversiones, liderazgos ineptos y anomia institucional, entre otras limitaciones para la región.   
El mayor problema de todos, insisto, es la pobreza, acentuada dramáticamente en el último decenio entre 1982 y 1992. Según cifras suministradas por FUNDACREDESA este problema afecta a más del 82 por ciento de los barineses, cuyas condiciones socioeconómicas son calificadas de precarias, con la que circunstancia agravante de que más del 40 por ciento de la población se ubica en un grupo de pobreza extrema. La propia Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI) reafirma los datos de FUNDACREDESA cuando sitúa al Estado Barinas dentro de los estados que presentan niveles de pobreza superiores a la media nacional, colocándolo en el puesto ocho (8) entre veintidós (22) estados del país, ordenados –de acuerdo con este problema- de mayor a menor. La OCEI señala concretamente que en 1990 –hace apenas cuatro años- cuarenta mil cuatrocientos veintiocho (40.428) hogares barineses -más de doscientas mil (200.000) personas- no satisfacían sus necesidades básicas, particularmente en lo que se refiere a viviendas inadecuadas, catalogadas así por carecer de servicios indispensables, presentar hacinamiento crítico, bajo nivel de instrucción y alta dependencia económica.
La desnutrición es otro grave problema que merece especial consideración. El Estado Barinas acumula hoy cifras alarmantes en este sentido, sin que nada serio se haya hecho a nivel regional para neutralizar esta desgraciada situación que sufren importantes sectores de su población, especialmente los sectores lactantes, preescolar y escolar. Las cifras del año 1992, aportadas por el Instituto Nacional de Nutrición, indican que la entidad ocupa el primer lugar en desnutrición aguda, específicamente en el nivel que agrupa a los niños de preescolar entre dos y seis años y en el escolar de siete a catorce años, indicando, además, que el 24,22 por ciento de los niños menores de 15 años presentaron algún grado de desnutrición, cifra que duplica el promedio nacional. En relación al indicador peso/edad, Barinas presenta una situación preocupante por cuanto el 35 por ciento de los niños tiene pesos y tamaños menores que los promedios nacionales, lo cual coincide con los porcentajes de los sectores ubicados en los niveles de pobreza crítica.
La pésima calidad de la educación y de los servicios de salud educación constituye otra gravísima limitante. En cuanto a la primera, los niveles de analfabetismo están por encima del 20 por ciento, cifra muy superior a la media nacional. La educación formal, por su parte, adolece de graves fallas, debido a que la gran mayoría de su personal no está graduado al efecto y gran parte de los planteles escolares se encuentran en muy precarias condiciones físicas y de dotación Y en cuanto a la salud, la deficiente prestación de servicios sobre todo en atención primaria y secundaria, así como en los de medicina especializada, son ciertamente agobiantes para una población pobre y enferma en la mayoría de sus estratos. La red de ambulatorios y hospitales no funciona a cabalidad, mientras crecen las enfermedades prevenibles, no existen programas de saneamiento ambiental y la debilidad estructural de la atención materno infantil son todos problemas que inciden negativamente en la salud de la mayoría de la población, especialmente entre las madres, niños y ancianos.
Los proyectos de desarrollo agropecuario de Boconó/Masparro, Santo Domingo y Uribante /Caparo siguen inactivos, mientras la comercialización de nuestros productos no funciona a plenitud, continúa estancada la actividad industrial, permanece todavía la baja productividad agropecuaria, así como los conflictos de uso por la tenencia de la tierra, la explotación irracional de las reservas forestales, la inexistente vialidad agrícola y la agresión sistemática al medio ambiente, la inseguridad generalizada, tanto jurídica como de las personas y bienes de los barineses, la inexistencia de obras de infraestructura necesarias, el fenómeno recurrente de las inundaciones y la descoordinación entre los distintos organismos de la Administración Pública, son, entre otros, graves limitantes para el desarrollo regional.
Finalmente, debo plantear un problema crucial y fundamental: el Estado Barinas ha permanecido marginado durante varias décadas en relación al país. Nuestra entidad ha sido escasamente valorizada por lo que se refiere a su alto potencial productivo y a las necesidades que presenta desde el punto de vista socio-económico. Barinas ha sido discriminada, al igual que otras entidades similares, debido a la injusta e irritante distribución de los recursos nacionales atendiendo exclusivamente a los datos de población, sin considerar otros registros, entre ellos, su potencial económico, su ubicación geopolítica y sus problemas estructurales. Así, Barinas ha recibido anualmente durante mucho tiempo menos del uno por ciento del presupuesto de la Nación, a pesar de ocupar el 3.86 por ciento del territorio venezolano y poseer un 2.4 por ciento de su población.
Ha llegado el momento de que la colectividad barinesa se ponga de pie para protestar tamaña injusticia y de exigirles a nuestros representantes ante el Congreso de la República que asuman el compromiso de combatirla, terreno que hoy está abonado por el avance y el empuje del vigoroso movimiento de descentralización y regionalización que se desarrolla en el país.  

CORPOBARINAS: herramienta del desarrollo regional
Toda esta realidad descrita anteriormente, integrada tanto por sus potencialidades como por sus limitantes, requiere un manejo técnico y administrativo coherente y sostenido, desterrando definitivamente la improvisación, la demagogia y el clientelismo político que, hasta ahora, han caracterizado el funcionamiento de los gobiernos regionales y locales, con las escasísimas excepciones que confirman la regla general. 
No podremos avanzar hacia el cambio profundo de los niveles de calidad de vida de los barineses y ofrecerles mejores oportunidades sino establecemos mecanismos eficaces de planificación que permitan un diagnóstico y un tratamiento adecuado de nuestras potencialidades y debilidades, así como también de una estrategia de mediano y largo alcance.
Por eso nace CORPOBARINAS. Yo diría que nace por una razón afirmativa y no, como se ha especulado, porque queremos simplemente romper con un esquema de regionalización que poco o nada ha significado para Barinas. Se trata, en definitiva, de hacer uso de nuestro derecho a planificar el futuro de la región sin intermediarios de ninguna especie y con toda la fuerza de que a capaz nuestra barinidad.
Sería necio, por supuesto, ocultar que este sentimiento afirmativo nace después de una profunda toma de conciencia de la sociedad civil barinesa. Han sido largos años de discriminaciones y menosprecio, y también -por qué no decirlo- de intentos sibilinos de dominio y penetración de ciertos elementos económicos poderosos de la región andina. Tampoco sería honesto negar que bajo el actual esquema de planificación del país, el Estado Barinas siempre haya sido la parte menos compensada de la llamada Región Andina, a pesar de ser la entidad de mayores riquezas naturales y también la de mayor extensión territorial, si se la compara con Táchira, Mérida y Trujillo. Esto es tan cierto como que Barinas se ha convertido en los últimos años en una zona receptora de amplios contingentes humanos provenientes de la zona andina, y los cuales se han incorporado activamente al proceso productivo con su reconocida laboriosidad, iniciativa y capacidad para generar riqueza y desarrollo.
En consecuencia, como bien lo señala la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley que hoy someto a la consideración de ustedes, compete al Estado Barinas la planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral. Así lo señala expresamente la Constitución vigente del Estado en su artículo 24, cuando establece que: “Son de la competencia del Estado también aquellas calificadas como concurrentes entre los niveles del Poder Público que establece la Constitución Nacional y cuyos servicios específicamente se señalan el Artículo 4 de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público”. Este artículo, a su vez, señala -entre los servicios que serán transferidos progresivamente a los Estados- “la planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral”.
Pudimos haber creado, por vía de Decreto, previa aprobación de la Asamblea Legislativa o de su Comisión Delegada, una Fundación, Empresa del Estado o Asociación Regional. Pensamos, sin embargo, que la alternativa más viable es la creación, mediante una ley especial, de una Corporación para el Desarrollo del Estado Barinas, con sus funciones bien definidas y dotada de los recursos que amerita para su cabal funcionamiento.
Simultáneamente, mi gobierno gestionará ante el Gobierno Nacional -dando cumplimiento a la Ley que rige la materia- todo lo relativo a la transferencia de los bienes y recursos financieros que nos corresponden y que hoy están en poder de otras Corporaciones Regionales, a los fines de adscribirlos a CORPOBARINAS, por ser de ahora en adelante el órgano que esta entidad federal ha creado para ejercer tales competencias y servicios.
Queda claro entonces que el Estado Barinas es competente en materia de planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral, que sus instrumentos legales facultan tanto a la Gobernación del Estado como la Asamblea Legislativa para crear los servicios que exige esta competencia y que los servicios que presta el Poder Nacional, en lo referido a esta materia, relativos a nuestra entidad federal, puedan ser transferidos al Estado Barinas.
Queda ahora por analizar la conveniencia de la creación de este servicio y los detalles de su organización. En cuanto al primer punto, no existe duda alguna en los sectores representativos del Estado Barinas de que ya es hora de asumir de una vez por todas la responsabilidad de su propio desarrollo. La comunidad barinesa siente que tiene los elementos suficientes para ejercer plenamente la tarea de planificar, coordinar y promover su propio desarrollo, apoyada, claro está, en los órganos de Poder Nacional y de conformidad con las leyes de la materia.
En Barinas existe hoy una vanguardia organizada de políticos, líderes comunitarios, profesionales, intelectuales, empresarios, productores agropecuarios, deportistas y dirigentes gremiales con elevada conciencia sobre su actuación en el desarrollo regional. Cuenta con una universidad especializada en la cuestión agraria y social, además de diversos centros de educación superior, con instituciones de estudios e investigación, con una Iglesia de avanzada, con grupos culturales de prestigio nacional y con una red de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, que sirven de base a su capacidad plena para asumir la responsabilidad de planificar y promover su propio destino como colectividad.
Por otra parte, y como ya lo dije anteriormente, no ha sido feliz la planificación, coordinación y promoción del desarrollo barinés desde el Poder Central, aún cuando se cuenta con entes descentralizados como la Corporación de Los Andes y la Corporación Venezolana del Sur Oeste Andina. En efecto, Barinas todavía forma parte de la Región de los Andes, que abarca los Estados Mérida y Trujillo, y que antes estaba integrada además por el Estado Táchira, pero un movimiento de sus fuerzas vivas determinó la creación de la nueva Región Sur Oeste Andina y de su Corporación. A esta región fue sumada una importante porción del estado Barinas, como lo es el Municipio Ezequiel Zamora, seccionando así irracionalmente el territorio barinés.
La actual existencia de las regiones administrativas y de sus órganos institucionales está desfasada de la nueva realidad nacional. La evolución del sistema político venezolano consolidó a los estados como los ámbitos territoriales para la planificación y promoción del desarrollo regional y, por lo tanto, aquellas instituciones supraestadales y esas corporaciones regionales han quedado como una importante experiencia histórica que debe ser profundamente revisada. La elección popular de los Gobernadores y Alcaldes legítima de manera sustantiva a los primeros, que pasan a ser -con el apoyo de los segundos- los llamados a ejercer el liderazgo del desarrollo de sus regiones.
Hoy las verdaderas regiones son los Estados Federales y la verdadera política de desarrollo regional es la descentralización, y no otra. Por ello existe una definitiva tendencia a entregar a las entidades regionales estas competencias, y ya son diversas las entidades que cuentan con sus entes de promoción del desarrollo.
Por todas estas razones, como Gobernador del Estado Barinas, presento a consideración de la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley que crea la Corporación para el Desarrollo del Estado Barinas (CORPOBARINAS), concebida como un instituto autónomo, adscrito a la Gobernación del Estado Barinas, con personalidad jurídica y patrimonio propio, distinto e independiente del Fisco Regional. Su objeto es la planificación, coordinación y desarrollo del Estado Barinas. Su dirección y administración está conferidas a dos instancias: El Consejo General, integrado por representantes de diversas instituciones públicas y privadas de la región, y el Directorio Ejecutivo, compuesto por cinco (5) integrantes con dedicación a tiempo completo.
El financiamiento de esta entidad provendrá fundamentalmente de los recursos del Estado Barinas; de la transferencia que reciba como consecuencia de la descentralización de estos servicios que actualmente presta el Poder Nacional; los que provengan de las actividades de la propia Corporación y los de cualquier otra fuente legítima.
CORPOBARINAS estará sujeta al control, vigilancia y supervisión de la Contraloría general del Estado, mediante el Reglamento General de la presente Ley que dictaré como Gobernador en su oportunidad.

Ciudadanos diputados:
Con legítimo orgullo cumplo gustosamente este deber de barinés y esta promesa como Gobernador electo por su pueblo.
Sería hipócrita si no dijera que muchas veces imaginé este momento. Doy gracias a Dios por haberme permitido cristalizarlo. Sé que los barineses de hoy y de mañana nos agradecerán esta nueva iniciativa que hoy presentamos a la Asamblea Legislativa. En manos de ustedes, señores diputados, está ahora la responsabilidad de dar vida a CORPOBARINAS, ojalá que en breve tiempo y luego de una fecunda discusión con todos los sectores de la comunidad regional.
Los nuevos líderes que hoy conducimos a Barinas queremos recuperar el tiempo perdido y saldar la gran deuda histórica que a su pueblo no le cancelaron quienes nos antecedieron.
Queremos ponernos a tono con los nuevos tiempos. Sentimos la urgencia de apurar el paso para que Barinas no siga a la zaga y pueda convertirse en tierra de progreso y desarrollo.
Lo lograremos, si así lo queremos. Y estoy seguro de que, Dios mediante, así será.
Muchas gracias (Aplausos).
                                         
***
El proyecto de Ley de Creación de CORPOBARINAS nunca fue aprobado por la Asamblea Legislativa y el gobernador siguiente desechó la idea.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA OPOSICIÓN: ACIERTOS Y ERRORES (I)
Gehard Cartay Ramírez
Aún a riesgo de opinar tempranamente, considero importante consignar algunas reflexiones sobre el papel cumplido por la oposición democrática en los últimos tiempos.
Creo que en esta época navideña y próxima al Año Nuevo resulta conveniente. Porque este tiene que ser un tiempo de reflexión, de hacer un balance, de pensar profundamente sobre lo actuado y de formular, al propio tiempo, nuestras propuestas para el año que viene.
En ese pensar analítico sobre lo recientemente pasado trataré de ser objetivo, si acaso es posible. Dicho en otras palabras, intentaré poner las cosas en su justo lugar según mi opinión, como resulta obvio. Pero sin dejarme arrastrar por las opiniones radicales en uno y otro sentido. Es decir, no voy a afirmar -por ejemplo- que, hasta ahora, la oposición democrática lo ha hecho perfectamente, pero tampoco incurriré en la injusticia de considerar que su actuación ha sido un desastre.
Comencemos por lo primero. Como resulta fácilmente comprobable, la oposición democrática ha cumplido un papel estelar en la resistencia contra el régimen castrochavista que sufrimos desde hace ya 15 años. Esta tiene que ser la base de cualquier discusión seria para valorar lo que se ha hecho hasta ahora.
No es cualquier cosa haber enfrentado, desde el año 2000, un régimen corrupto y corruptor que ha controlado, a partir de de entonces, todas las instancias del poder de manera ventajista e inescrupulosa. No es cualquier cosa, insisto.
Porque vamos a estar claros: aquí nunca antes el poder pervirtió el sistema electoral, como lo ha hecho el actual régimen. Nunca, repito, y eso incluye la dictadura perezjimenista, lo cual ya es mucho decir. Porque luego de la caída de aquella tiranía, las elecciones presidenciales fueron pulcras. Por eso mismo, desde 1968, se produjo una perfecta alternabilidad electoral entre los dos más grandes partidos populares que tuvo Venezuela en el siglo XX: AD y Copei. Aquello fue una cosa natural hasta 1988, cuando Carlos Andrés Pérez rompió la llamada Ley del Péndulo entre ambas fuerzas mayoritarias, aunque -sin embargo- Caldera también lo hizo cinco años después.
Sería una majadería, como algunos “historiadores” chavistas lo afirman fanáticamente, pretender que todo aquello era un fingimiento, una farsa. Como si el poder pudiera repartirse así, partiendo una torta, o pretendiendo que podía negociarse un período de gobierno para cada partido y de manera alternativa.
Y la mejor demostración de que no era así es que, igualmente, lo logró el militar golpista Hugo Chávez Frías en 1998, cuando ganó las elecciones con un Consejo Supremo Electoral  absolutamente imparcial y objetivo, que le reconoció el triunfo, al igual que lo hicieron AD, Copei y las demás fuerzas democráticas.
Y hasta allí llegó la cosa. Después, el organismo electoral (CNE) se convirtió en un dócil instrumento en manos de Chávez y entonces hizo las cosas en beneficio de aquel y su vocación totalitaria, pervirtiéndolo todo, corrompiéndolo todo, y sobreponiendo su proyecto político por encima de los intereses nacionales. Muerto su jefe único, ha continuado con su perversa actitud.
De manera que la oposición no sólo ha tenido que enfrentar al mismísimo “árbitro” electoral, totalmente plegado a la cúpula podrida que detenta hoy poder, sino también a esta, que ha usado y abusado de los milmillonarios recursos del patrimonio público para perpetuarse. Nunca antes se había visto semejante atropello.
Por desgracia, desde 1999, el poder se ejerce en función del proyecto político del régimen, de manera corrupta y corruptora. Así, todos los Poderes Públicos -que deberían estar al servicio de los venezolanos- sólo funcionan a favor de la cúpula corrupta que manda, mientras que su acción  “institucional” está dirigida exclusivamente a perseguir y enjuiciar a la disidencia política.
En consecuencia, la oposición ha tenido que enfrentar al propio Estado como adversario electoral y al PSUV como un partido oficial, financiado con los recursos públicos. Ha tenido que enfrentar y sufrir también el ventajismo más criminal y a esa especie de fraude institucionalizado que significa la total impunidad que el CNE le permite al régimen, así como su constante obstrucción a los opositores, hoy desvalidos económicamente y silenciados en la mayoría de las televisoras, radios y periódicos del país.
No ha sido fácil, pues, la batalla de la oposición democrática contra el ventajismo y el fraude sistémico del Estado, hoy en manos de una cáfila de corruptos y corruptores. Y este dato es muy importante, no sólo para valorar los triunfos y fracasos de la oposición democrática, sino también para calibrar la reciedumbre de su lucha.
Desde luego que todo ello no significa que tengamos que abstenernos de hacer las críticas necesarias a su actual conducción, así como proponer la necesidad de otros liderazgos y procedimientos, temas que tocaremos en próximos artículos.
Twitter: @gehardcartay
(LA PRENSA de Barinas - Martes, 17 de diciembre de 2013)

lunes, 16 de diciembre de 2013

VENEZUELA Y BARINAS DESPIERTAN
Gehard Cartay Ramírez
Los resultados electorales de este domingo pasado constituyen una nueva derrota para el régimen de Maduro y su claque.
Y esto es así, a pesar de los esfuerzos del régimen y del CNE por convertir en una aparente “victoria” suya lo que a todas luces es una indiscutible derrota del oficialismo. La misma presidenta del CNE, al momento de dar los resultados, manipuló su presentación de manera favorable a los intereses oficialistas, en otra treta para engañar pendejos.
Insistamos en este aspecto. Las ciudades más pobladas del país fueron ganadas por los candidatos de la Unidad Democrática. Esto significa que el régimen ha perdido, de nuevo, los centros urbanos más grandes, y aunque ha ganado mayor número de alcaldías -fundamentalmente en los municipios menos poblados-, también es obvio que en votos populares sufre una nueva derrota.
Maduro, la noche de las elecciones, trató también de presentar la votación del PSUV como un “triunfo” suyo. No hay tal cosa, desde luego. Y para demostrarlo, vamos a utilizar las mismas cifras que dio el CNE: PSUV sacó 44,12 %, más 1,6 % del PCV. Eso suma 45,72. El resto de los votos de la oposición totalizan 54.28 % de los votos. Luego, al dársele carácter plebiscitario a esta elección, resulta irrebatible afirmar que quienes adversamos al oficialismo hemos logrado una gran victoria.
Por supuesto que la mentira del régimen hablando de su “victoria” ha sido magnificada por el férreo control que tienen sobre  los medios, fundamentalmente, la televisión y la radio. Todos sabemos que la oposición fue censurada en la mayoría de esos canales (en especial el día de las elecciones) y silenciada absolutamente por la TV del Estado, usada con un ventajismo grosero a favor del oficialismo. Sin embargo, allí están los resultados: sus medios televisivos y radiales no lograron engañar a las grandes mayorías venezolanas. Y este es un aspecto que debe destacarse a futuro.
Por esto mismo, la otra importante conclusión es la de que el régimen continúa debilitándose. A la derrota de Maduro el 14 de abril pasado -convertida en “victoria” gracias al CNE-, se añade este nuevo revés. En realidad, el régimen está seriamente comprometido en su base de sustentación. Su debilidad es escandalosa, y si alguna columna lo sostiene hoy no es otra que la Fuerza Armada Nacional, porque las grandes mayorías vienen dándole la espalda y rechazando sus políticas hambreadoras.
Analicemos ahora el caso de Barinas. Como ya se ha señalado, la victoria de José Luis Machín como nuevo alcalde del municipio capital constituye una atronadora derrota para el régimen. Porque, sin duda, Barinas, la llamada por ellos “Cuna de la Revolución”, al votar mayoritariamente por la Unidad Democrática, ha dado un ejemplo extraordinario frente al despotismo, el ventajismo y la corrupción del oficialismo. Y todo ello justamente “el Día de la Lealtad a Chávez”, que con el mayor abuso decretó Maduro en la misma fecha de las elecciones.
(Por cierto que de nada les sirvió, nuevamente, apelar a la figura de Chávez. Lo hicieron el 14 de abril, con los resultados ya conocidos, y ahora acaban de hacerlo en este proceso electoral. Deberían dejar descansar en paz a su extinto jefe, vistos los resultados obtenidos.)
La victoria de Machín le augura un mejor destino a Barinas. Y es que luego de casi 12 largos años en poder del chavismo, nuestro municipio capital se encuentra en deplorables condiciones, cuando era lógico suponer que hoy debería ser poco menos que “una tacita de oro”. Lo digo por la muy significativa circunstancia de que, por primera vez, un hijo de Barinas fue electo presidente y estuvo en el cargo casi 15 años, al mismo tiempo que su padre y un hermano fueron gobernadores. Lo menos que pudieron haber hecho era darle un tratamiento regio a Barinas, resolviendo sus problemas más importantes y ejecutando obras de beneficio colectivo. Lamentablemente, no fue así.
Por eso mismo, el alcalde Machín tiene ante sí una tarea ciclópea. Pero estoy seguro de que lo hará bien, por cuanto se trata de un luchador social probado, honesto, capaz, con gran sensibilidad y definitivamente comprometido con Barinas.
El triunfo de Ronald Aguilar, un joven carismático y fajador, como nuevo alcalde del municipio Sucre, alienta los nuevos liderazgos, y el de Adelsi Rodríguez en Rojas demuestra el descontento de la base chavista en aquella región. Y no tengo dudas de que la victoria que intentan escamotearle a Lincol Pérez en Sosa, y el descontento popular que ha generado tal injusticia, son pruebas de la reciedumbre de nuestra gente. En los demás municipios, la oposición debe replantearse sus liderazgos y analizar las fallas.
Vendrán nuevas batallas, amigos lectores. Seguiremos conversando, si Dios quiere.  
(LA PRENSA de Barinas - Martes, 10 de diciembre de 2013)

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA REBELIÓN DEMOCRÁTICA
Gehard Cartay Ramírez
Lo que debería producirse este próximo domingo es una rebelión democrática contra el nefasto régimen que sufrimos los venezolanos desde hace 15 años.
Tal como lo he sostenido en anteriores artículos de prensa, las elecciones del 8 de diciembre tienen dos objetivos muy precisos: elegir nuevos alcaldes y concejales, y preparar, si se produce una avalancha del voto opositor, la sustitución constitucional y democrática de Maduro y su cúpula podrida.
El primer objetivo nos va a permitir mejorar nuestros gobiernos locales -buena parte de ellos hoy controlados por mafias corruptas rojas rojitas- poniéndolos en manos de auténticos servidores públicos y luchadores sociales. Al lograr tal objetivo, estaremos defendiendo el municipio como célula originaria de la soberanía popular y fortaleciendo el neofederalismo, la descentralización administrativa y la defensa de las regiones y municipios frente a un Poder Central pervertido por la cúpula corrupta que hoy lo controla.
Este propósito tiene adicionalmente un elemento positivo: los candidatos de la Unidad Democrática fueron elegidos en 2012 en elecciones primarias por la gente de sus municipios. No son candidatos impuestos, como los del régimen, ni tampoco autocandidatos, como algunos otros.
Son, por tanto, candidatos conocidos y comprometidos con sus localidades. Por regla general, son líderes honestos y capaces, luchadores sociales y dirigentes conocedores de las realidades de sus municipios.
En el caso de Barinas, podemos decir que José Luis Machín encarna esas cualidades. Y en los municipios del interior gente como Ronald Aguilar (Sucre), Sinforiano Pérez (Zamora), Frenchy Díaz (Pedraza), Jackson Barboza (Andrés Eloy Blanco), Adolfo Superlano (Bolívar), Ramón Fernández (Cruz Paredes), Rodrigo Salas (Obispos), Dominga de López (Arvelo Torrealba), “la negra” Juana Zamudio (Rojas), Lincoln Pérez (Sosa) y José Gregorio Barrios (Arismendi), son candidatos que cuentan, además, con el aval de buena parte de sus electores, lo que les proporciona una base de apoyo fundamental.
El segundo objetivo tiene mayor alcance y proyección histórica: hacer también de estas elecciones del próximo domingo una auténtica rebelión democrática. Se trata de convertirlas en un pronunciamiento aplastante contra el régimen ilegítimo de Maduro y su cúpula podrida.
En otras palabras, los venezolanos debemos unirnos en estos comicios para hacer escuchar nuestra voz de protesta ante la actual situación del país y, en consecuencia, abrir los caminos constitucionales y democráticos que nos permitan sustituir al actual régimen en el más breve plazo posible.
Ya he explicado de qué se trata, pero vuelvo a repetirlo. Si los venezolanos demostramos contundentemente nuestra decisión de cambiar el actual estado de cosas, estas elecciones son una oportunidad única. Y al votar por la plataforma de la Unidad Democrática, debemos convertir esa decisión en una contundente avalancha de votos en contra del régimen. Sólo así podremos tener en nuestras manos una formidable palanca democrática y popular para activar el cambio que requiere el país con urgencia.
La vía expedita, a tales efectos, puede ser la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que apruebe una nueva Constitución a los fines de enmendar los errores y vicios de la actual, y, al propio tiempo, como depositaria de la soberanía popular, proceda a sustituir los actuales Poderes Públicos, incluyendo la Presidencia de la República, y convoque a nuevas elecciones a la mayor brevedad.
Porque lo que no podemos olvidar jamás es que la salida a esta pesadilla debe ser democrática y dentro del marco de la Constitución. Por eso, el voto sigue siendo un instrumento al que no podemos renunciar jamás. Las voces agoreras que dicen lo contrario nunca han planteado una alternativa eficiente y distinta a la del voto.
 (Y debo recordar que en casi todas partes los movimientos que luchan por cambiar sus países, por radicales que sean, casi nunca renuncian al instrumento del voto. No lo hicieron aquí los partidos que apoyaron las guerrillas castrocomunistas (salvo en las elecciones de 1963), ni tampoco los golpistas comandados por Chávez en 1998. No lo ha hecho ETA en España, ni lo hicieron los rebeldes irlandeses del IRA, o los movimientos radicalizados como Hamas en Líbano y Palestina.)
La vía electoral, a pesar de que el régimen y su CNE pretenden estrangularla, sigue siendo el arma de que disponemos los demócratas que no somos conspiradores ni golpistas, como sí lo son los integrantes de la cúpula podrida de actual régimen.
Que nada nos detenga entonces: ¡Todos a votar en masa este próximo domingo por los candidatos de la Unidad Democrática y por el cambio urgente que merece Venezuela!
 @gehardcartay
El blog de Gehard Cartay Ramírez