SAQUEO, CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD
Gehard Cartay Ramírez
Los venezolanos sufren como
nunca el saqueo de las riquezas del país, la corrupción galopante y una
impunidad criminal, todo oculto dentro de una caja negra.
Toda esa opacidad y falta de
transparencia pareciera que está en los genes de la cúpula podrida que manda desde
1999.
Su extinto jefe y la logia
militarista que lo acompañó en su larga carrera de golpistas dentro de las
Fuerzas Armadas Nacionales actuaron siempre en la oscuridad, fingiendo la
lealtad que habían jurado a la Constitución entonces vigente.
Así procedieron también
durante los golpes de Estado que intentaron contra la democracia venezolana en
1992. Lo hicieron luego de haber infiltrado la institución castrense desde
finales de los años setenta, ocultos bajo la piel de corderos que escondía sus
siniestras intenciones.
Lo hicieron durante las
elecciones de 1998, cuando se disfrazaron de demócratas y engañaron a casi todo
el mundo prometiendo villas y castillos y dándose golpes de pecho en defensa de
la democracia, aunque, ciertamente, sólo se proponían copiar aquí “el mar de la
felicidad” castro comunista.
Durante
aquella campaña electoral, el golpista candidato negó ser socialista, afirmó
que en Cuba existía una dictadura, dijo que respetaría la libertad de expresión
y la empresa privada y que, si ganaba las elecciones, sólo estaría en la
presidencia por un período de cinco años. Puras mentiras, como se demostró
luego. Pero, como siempre ocurrió, mentía para esconder sus siniestros
propósitos.
En
realidad, sólo lo movía una ambición enfermiza por el poder. Existen
testimonios de íntimos amigos de Chávez entonces -entre ellos, los de Herma
Marksman, Urdaneta Hernández y Nedo Paniz-, según los cuales aquel habría dicho
que si llegaba a la presidencia jamás la entregaría porque sólo “lo sacarían a
plomo”. Los hechos demostraron que sólo se trataba de un grupo de ambiciosos de
poder vitalicio.
Por eso
mismo, una vez que lo asumieron, iniciaron la destrucción de todas las
instituciones democráticas, con la complicidad de algunas de ellas, como la
extinta Corte Suprema de Justicia, que en 1999 -violando flagrantemente la
Constitución- dio luz verde a la realización de la Constituyente. A partir de
allí, con la cobardía de muchos y la colaboración de otros más, el chavismo
inició una auténtica demolición de la democracia venezolana para sustituirla
por este bodrio de ineptitud y ladronismo que hoy padecemos.
Ese régimen devino luego en la
caja negra que es hoy. Así como escondió sus verdaderos propósitos en la
campaña electoral de 1998, una vez en el poder ha mantenido una permanente
política de ocultamiento sistemático, como corresponde a su verdadera
naturaleza. Nunca ha habido transparencia en el manejo de patrimonio público,
ni en la ejecución de sus planes y proyectos.
En ese
objetivo de ocultar la realidad de los hechos e imponer su matriz de opinión,
el régimen ha cerrado televisoras, radios y diarios, y comprado todos los que ha
podido con los dineros de su corrupción pestilente e infinita. Los ya muy
escasos medios de comunicación dignos y plurales que aún existen están
sometidos a duros embates para cerrarlos a como dé lugar. Lo que se pretende es
ocultar la dramática situación que ahora padecemos.
Por eso hoy también pretenden
ocultar la tragedia que sufrimos. La disfrazan denunciando una supuesta “guerra
económica”, cuando todos sabemos que no hay comida, pero sí inflación,
especulación y alto costo de la vida, gracias a las erráticas políticas
económicas del chavomadurismo, que acabaron con el aparato productivo nacional.
Así también han venido
ocultando la milmillonaria corrupción de la cúpula podrida del régimen, de la
cual no se ocupa ninguna de las instituciones que deberían investigarla y
castigarla. Del mismo modo han ocultado la partida de defunción de su extinto
jefe y la mismísima partida de nacimiento de quien lo sustituyó en el cargo.
Este domingo anterior, en el
semanario La Razón, el ex parlamentario
Carlos Tablante denunció que a Cadivi le robaron 165 mil millones de dólares y
que, con motivo de la emergencia eléctrica decretada por Chávez en 2010,
también se timaron otros 60 mil millones de dólares. Antes, el exministro
chavista Jorge Giordani había denunciado el saqueo al Sitme (Sistema de
Transacciones con Título en Moneda Extranjera)
por 25 mil millones de dólares. Por cierto, este exministro calcula que
les han robado más 300 mil millones de dólares a los venezolanos desde hace 10
años. Y eso sólo para hablar de la corrupción con los dólares de la República.
El régimen es, pues, una caja
negra, sin transparencia alguna, para ocultar sus perversiones y vicios.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) Martes, 09 de febrero de 2016.