viernes, 15 de abril de 2016

AHORA HAY MÁS POBRES



AHORA HAY MÁS POBRES
Gehard Cartay Ramírez
Entre las grandes mentiras del régimen está la de que se ha “ocupado” de los pobres.
Lo han dicho y machacado hasta el cansancio. Tanto, que no han faltado algunos ingenuos opositores que se han tragado tamaño embuste. Repiten como loros que a Chávez “hay que reconocerle que puso en la agenda a los pobres”. Ciertamente los usó en su discurso demagógico, y más nada. Pero nunca ejecutó políticas efectivas de gobierno para sacarlos de la pobreza, como sí lo hicieron -con cierto éxito- gobernantes de varios países latinoamericanos.
Sin embargo, todo ha sido una espectacular mentira. Hoy los pobres son más pobres. Pero con una circunstancia gravísima: ahora hay más pobres que antes, pues en la medida en que la clase media se empobrece rápidamente, ingresa entonces a la gigantesca pobreza que crece como monte en todo el país. Por eso, ahora hay más pobres. Por eso, la pobreza ha crecido exponencialmente bajo este régimen.
Fíjese usted, amigo lector, en la gravísima situación que hoy golpea a la gran mayoría de los venezolanos: hay gente pobre pasando hambre, y esto no es una exageración. Hay pobres que comen una sóla vez al día, porque no tienen como hacer las tres comidas. Y hay gente sin salarios estables que, si ganan algo de vez en cuando, lo gastan en comida, pues nada más pueden comprar. Este sector es el más golpeado del pueblo venezolano.
 A la gente de menores recursos, pero que vive de un sueldo o una pensión, se les hace también cada vez más difícil comprar comida, ya que está muy cara y escasa. Y los profesionales universitarios o medios, que antes ganaban sueldos aceptables, hoy son castigados por la escasez y la carestía, ya que sus menguados ingresos no les alcanzan para nada, pues los devora la inflación. Por eso, la clase media se empobrece cada día más.
Aunque no hacen falta estudios científicos para comprobar la tragedia de la pobreza que nos azota, pues casi todos la sufren en carne propia, acaba de publicarse un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que así lo confirma (El Nacional, 10-04-2016). Señala este estudio que “entre 2010 y 2013 la tasa de pobreza en Venezuela subió 4,9 por ciento para ubicarse en 31,2 por ciento y según las proyecciones en 2014 y 2015 la cifra fue mayor”.
La Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello, en un estudio denominado Encuesta de Condiciones de Vida presentado en noviembre pasado, arribaron a las mismas conclusiones. “El documento reportó -informó El Nacional (10-04-2016)-  que mientras en 2014, 48,4% de los hogares y 52,6% de las personas estaban en situación de pobreza, el año pasado la cifra ascendió a 73% y 76%, respectivamente”.
“Paradójicamente, agrega el citado informe de la Cepal, los años en los que empezó a aumentar la pobreza en Venezuela, fueron los mismos en los que se recibieron más ingresos por venta de petróleo”. Y es que el precio del barril petrolero subió de 72,69 dólares a 98,08 dólares en 2014. Por si fuera poco, en los años inmediatamente anteriores llegó a promediar los 100 dólares por barril.
Por desgracia, en lugar de utilizar toda esta riqueza para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, el régimen se dedicó a destruir el aparato productivo del país, lo que trajo como consecuencia desempleo y escasez, mientras que una cuarta parte de los ingresos se los robaron la cúpula podrida roja-rojita y sus testaferros. Lo cierto es que mientras los venezolanos son cada vez más pobres, los altos jerarcas del régimen son cada vez más ricos.
El próximo gobierno deberá atraer inversiones, abrir fábricas y poner a producir el campo, para crear empleos que permitan combatir la pobreza creada por el nefasto régimen que sufrimos.    
Feria de vanidades
Hay dirigentes opositores -por calificarlos de alguna manera- que no terminan de entender, o no quieren entenderlo, que lo fundamental es salir de este régimen cuanto antes. Lo exige el momento histórico actual y un país en quiebra, que no aguanta más sacrificios. Lo exige el futuro de nuestros hijos. Por desgracia, hay una feria de vanidades que no cesa: ambiciones mezquinas por ser candidatos presidenciales anticipadamente, como si la actual debacle que nos agobia pudiera esperar hasta 2019. Y multitud de candidatos a gobernadores en todos lados, como si desde esa posición se pudiera enfrentar la gigantesca crisis nacional. Mientras no salgamos de este régimen, nada cambiará. Con todo respeto por las aspiraciones de ellos -sean o no legítimas-, hay que recordarles que todo tiene su momento. Pero, ahora, lo fundamental es salir de actual régimen.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 12 de abril de 2016.