Verdades
DESVERGUENZA SIN EXCUSAS
Gehard
Cartay Ramírez
gehardcartay@gmail.com
@gehardcartay
gehardcartay.blogspot.com
La desvergüenza
del actual régimen y sus altos funcionarios ya no tiene excusa alguna.
Y, sin
embargo, aún tienen el tupé de seguir achacando a los gobiernos anteriores a
1999 la culpa de todos los males que sufre hoy Venezuela, cuando en realidad
son de la más absoluta responsabilidad del actual régimen, que ya llega a los
13 años y medio de nefasta gestión.
Ese
argumento de culpar “al gobierno anterior” podía tener alguna credibilidad en
el pasado, cuando los gobiernos nacionales
duraban cinco años y los regionales y municipales tres y luego cuatro
años. Pero hoy nadie lo cree, entre otras cosas, porque este régimen chavista
ya acumula dos y medio de los antiguos períodos presidenciales, lo que quiere
decir que, en rigor, los dos gobiernos que le antecedieron son del mismo actual
presidente y su ineptos y corruptos equipos gubernamentales desde 1999.
(Saque usted cuentas, amigo lector: el
chavismo lleva en el poder el mismo tiempo que los gobiernos de los presidentes
Jaime Lusinchi, Carlos Andrés Pérez, Ramón J. Velásquez y la primera mitad del
de Rafael Caldera, que coparon juntos los años transcurridos entre 1984 y 1997.
Y aún así el chavismo en el poder pretende seguir culpando a los gobiernos
anteriores de los problemas que ellos no han sido capaces de resolver, aparte
de la catarata de problemas nuevos creados por ellos mismos desde 1999!)
Resulta, por consiguiente, fuera de toda
lógica que pretendan seguir “justificando” su descomunal incapacidad para
resolver los problemas del país
culpando a los gobiernos anteriores, o de la Cuarta República, como
incorrectamente lo califica el actual régimen, en lugar de denominarlos La
República Civil, un término mas acorde con el período histórico que llenaron.
La
verdad verdadera es que el actual régimen no tiene ya excusas para justificar
su rotundo fracaso en todos los aspectos. Y es que, sin duda, luego de más de
13 años en el poder es una auténtica sinverguenzura seguir culpando a otros por
la incapacidad e ineptitud del actual régimen.
Estas
reflexiones las consigno porque tal ha sido el comportamiento generalizado de
los jerarcas del actual régimen, comenzando por su jefe único. Si desvergüenza
llega a tales extremos que no tienen la valentía de asumir sus colosales
errores, sino que permanentemente acuden a la mentira de adjudicárselos a “La
Cuarta República”, como si tal falacia se le pudieran tragar los venezolanos,
cuya inteligencia despierta no admite tales absurdos.
Un caso típico al respecto lo constituyen
unas recientes declaraciones del secretario general del gobierno regional,
quien, incapaz de enfrentar las emergencias ocasionadas por las lluvias y la
falta de limpieza de drenajes y alcantarillados, tuvo la cómica ocurrencia de culpar, una vez más, a los
gobiernos anteriores por tal situación. Concretamente, al referirse a las
inundaciones crónicas de la urbanización La Villa, en la parte baja de la
ciudad de Barinas, aseguró que esta fue obra de mi gobierno, entre 1993 y 1996.
Sin duda, el segundo del actual gobernador
actuó con ignorancia y mala fe al hacer tal afirmación, ya que la referida
urbanización no fue construida por mi gobierno, lo que significa que no hay
responsabilidad nuestra sobre el particular.
Por el contrario, si algo me enorgullece es
que las obras construidas durante mi mandato fueron de excelente calidad, bien
ejecutadas y continúan prestándole un gran servicio a los barineses, lo que no
puede decir el actual gobierno regional, que en esta materia no puede presentar
resultados similares.
Luego de más de 13 años en
el poder es una auténtica desverguenza seguir culpando a otros por la
ineptitud del actual régimen que, aparte de este largo tiempo, también ha
derrochado milmillonarios recursos financieros como ningún otro gobierno
anterior.
Y peor aún es
que tal actitud la asuman funcionarios como el secretario de gobierno regional,
que ha ocupado varios cargos y no ha
servido en ninguno, con lo que acumula un verdadero record de ineptitud e
incapacidad.
Sinverguenzas y caraduras, eso es lo que
son.