martes, 17 de abril de 2012


Verdades

DESVERGUENZA SIN EXCUSAS

Gehard Cartay Ramírez

gehardcartay@gmail.com

@gehardcartay
gehardcartay.blogspot.com
La desvergüenza del actual régimen y sus altos funcionarios ya no tiene excusa alguna.
Y, sin embargo, aún tienen el tupé de seguir achacando a los gobiernos anteriores a 1999 la culpa de todos los males que sufre hoy Venezuela, cuando en realidad son de la más absoluta responsabilidad del actual régimen, que ya llega a los 13 años y medio de nefasta gestión.
Ese argumento de culpar “al gobierno anterior” podía tener alguna credibilidad en el pasado, cuando los gobiernos nacionales  duraban cinco años y los regionales y municipales tres y luego cuatro años. Pero hoy nadie lo cree, entre otras cosas, porque este régimen chavista ya acumula dos y medio de los antiguos períodos presidenciales, lo que quiere decir que, en rigor, los dos gobiernos que le antecedieron son del mismo actual presidente y su ineptos y corruptos equipos gubernamentales desde 1999.
(Saque usted cuentas, amigo lector: el chavismo lleva en el poder el mismo tiempo que los gobiernos de los presidentes Jaime Lusinchi, Carlos Andrés Pérez, Ramón J. Velásquez y la primera mitad del de Rafael Caldera, que coparon juntos los años transcurridos entre 1984 y 1997. Y aún así el chavismo en el poder pretende seguir culpando a los gobiernos anteriores de los problemas que ellos no han sido capaces de resolver, aparte de la catarata de problemas nuevos creados por ellos mismos desde 1999!)
Resulta, por consiguiente, fuera de toda lógica que pretendan seguir “justificando” su descomunal incapacidad para resolver los problemas del país culpando a los gobiernos anteriores, o de la Cuarta República, como incorrectamente lo califica el actual régimen, en lugar de denominarlos La República Civil, un término mas acorde con el período histórico que llenaron.
 La verdad verdadera es que el actual régimen no tiene ya excusas para justificar su rotundo fracaso en todos los aspectos. Y es que, sin duda, luego de más de 13 años en el poder es una auténtica sinverguenzura seguir culpando a otros por la incapacidad e ineptitud del actual régimen.
Estas reflexiones las consigno porque tal ha sido el comportamiento generalizado de los jerarcas del actual régimen, comenzando por su jefe único. Si desvergüenza llega a tales extremos que no tienen la valentía de asumir sus colosales errores, sino que permanentemente acuden a la mentira de adjudicárselos a “La Cuarta República”, como si tal falacia se le pudieran tragar los venezolanos, cuya inteligencia despierta no admite tales absurdos.
Un caso típico al respecto lo constituyen unas recientes declaraciones del secretario general del gobierno regional, quien, incapaz de enfrentar las emergencias ocasionadas por las lluvias y la falta de limpieza de drenajes y alcantarillados, tuvo la cómica ocurrencia de culpar, una vez más, a los gobiernos anteriores por tal situación. Concretamente, al referirse a las inundaciones crónicas de la urbanización La Villa, en la parte baja de la ciudad de Barinas, aseguró que esta fue obra de mi gobierno, entre 1993 y 1996.
Sin duda, el segundo del actual gobernador actuó con ignorancia y mala fe al hacer tal afirmación, ya que la referida urbanización no fue construida por mi gobierno, lo que significa que no hay responsabilidad nuestra sobre el particular.
Por el contrario, si algo me enorgullece es que las obras construidas durante mi mandato fueron de excelente calidad, bien ejecutadas y continúan prestándole un gran servicio a los barineses, lo que no puede decir el actual gobierno regional, que en esta materia no puede presentar resultados similares.

Luego de más de 13 años en el poder es una auténtica desverguenza seguir culpando a otros por la ineptitud del actual régimen que, aparte de este largo tiempo, también ha derrochado milmillonarios recursos financieros como ningún otro gobierno anterior.

Y peor aún es que tal actitud la asuman funcionarios como el secretario de gobierno regional, que ha ocupado varios cargos y no ha servido en ninguno, con lo que acumula un verdadero record de ineptitud e incapacidad.
Sinverguenzas y caraduras, eso es lo que son.

 LA PRENSA de Barinas - Martes, 17 de abril de 2012.