lunes, 30 de noviembre de 2015

SIN RAZONES Y SIN AUTORIDAD MORAL



SIN RAZONES Y SIN AUTORIDAD MORAL
Gehard Cartay Ramírez
Sin razones están los electores chavistas para votar por los candidatos de Maduro y estos, a su vez, sin autoridad moral para pedir el voto de aquellos.
Eso explica la desesperación del régimen ante su segura derrota este seis de diciembre. No se trata ya de que la abrumadora mayoría de los venezolanos los rechaza por ineptos y corruptos, por destructores de un país y culpables del deterioro de nuestra calidad de vida, sino del repudio, también mayoritario, del propio chavismo de abajo hacia esos candidatos de Maduro y su cúpula podrida.
No es poca cosa, sino todo lo contrario. Porque no contar con el apoyo de la gran mayoría del pueblo venezolano es algo ya sabido. Pero no contar, hoy, con el respaldo de buena parte de quienes apoyaron a Chávez en todo este tiempo, resulta para ellos ciertamente una desgracia. Así, el voto duro madurista está ahora reducido a su mínima expresión.
A partir de esta dramática situación del oficialismo, su estrategia se resume en dos objetivos: por una parte, mendigar los votos del chavismo traicionado, inconforme y molesto con el régimen, hoy en plan de abstenerse o de votar por la oposición democrática; y, por la otra, amenazar a la creciente y cada vez más entusiasta masa que los va derrotar con sandeces como esa de “tomar las calles” si pierden o la otra de “los 1000 calabozos” e, incluso, la de ofrecer violencia y muerte al ganar la MUD. Peor para ellos si en verdad lo llegaran a intentar. Por lo mismo, esa actitud no pasa de ser “pura paja”…
A estas alturas, Maduro y su claque se concentran en evitar que los votos que los venían acompañando se le terminen de escurrir, como en efecto está sucediendo. Ya ni siquiera le hablan al país que los adversa para intentar siquiera atraerlo, sino que lo amenazan, mientras no encuentran cómo halagar a quienes hasta ahora lo venían apoyando, especialmente a aquellos que seguían a su hoy desaparecido líder y que no se sienten ya representados por la cúpula podrida que manda. Creen que ahora, con bolsas de comida y otras migajas, van a comprar sus votos.    
Todo esto explica también la notoria desesperación del régimen ante su segura derrota el próximo seis de diciembre. Quien aún dude de su debacle electoral sólo tiene que oír los discursos de Maduro y su cúpula podrida: amenazan, quieren meter miedo, dicen que van a salir a la calle cuando los derrotemos, en fin, una letanía de estupideces digna del récord mundial Guinnes.    
El gran problema del régimen es que, como resulta lógico, la situación del país empeora cada día y ellos son los únicos responsables. Tienen largos años controlando todo el poder y manejando la economía equivocadamente que hoy los culpables de la tragedia que sufrimos no pueden ser otros, sino ellos mismos.
Así, destruyeron la democracia que teníamos y arruinaron la economía, trayendo consigo la existencia de unas  instituciones perversas, exclusivamente al servicio de su cúpula podrida, y acabaron con la producción nacional y ahora nos someten a la más terrible carestía, inflación, escasez y desabastecimiento que hayamos vivido en mucho tiempo.
La verdad es que esta hecatombe económica y social nos afecta hoy a todos. Pero en el caso de quienes han dejado de apoyar al régimen hay una razón adicional: mientras ellos son cada vez más pobres, la dirigencia oficialista es cada vez más rica.
 Y es justa esa indignación del chavismo de abajo: ¿cómo van a estar conformes con una dirigencia corrupta que los abandonó y sólo se han dedicado a enriquecerse ellos solos?  ¿Cómo no van a indignarse al ver a quienes ayer eran unos pata en el suelo y ahora son mil millonarios, mientras aquellos que los han seguido son hoy más pobres?
¿Cómo pueden apoyar una cúpula podrida que se robó 25 mil millones de dólares de CADIVI? ¿Cómo pueden seguir respaldando una dirigencia oficialista ladrona, que ha saqueado el dinero de los venezolanos y al mismo tiempo nos ha hecho más pobres a todos? ¿Cómo no va indignarse la dirigencia chavista de abajo cuando se entera de los “narcosobrinos” millonarios que trafican droga y andan por el mundo dándose la gran vida?
Lo cierto es que el régimen carece de líder y de liderazgo a todos los niveles. Carece de emoción para luchar y de banderas que enarbolar. La gente que los ha venido acompañando tampoco tiene razones para votar por ellos. Y sus paniaguados candidatos a diputados no tienen autoridad moral para pedirles  el voto.
   @gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) Martes, 24 de noviembre de 2015.