ASESINO
DE JUVENTUDES
Gehard
Cartay Ramírez
Asesinar: Matar a una persona con
premeditación, alevosía, etc. 2. fig. Causar viva aflicción o grandes
disgustos. 3. fig. Engañar en un asunto grave una persona en quien se confía.
Diccionario de la Lengua Española (DRAE).
Esta es la
definición exacta del régimen chavomadurista, luego de 18 largos años en el
poder.
Y es que, en este
caso, asesinar cabe exactamente en el sentido integral que le da el DRAE en el
epígrafe de estas notas, pues el régimen, al mismo tiempo que ha liquidado
físicamente a centenares de jóvenes estudiantes, también le ha robado el futuro
a un importantísimo sector de la juventud venezolana.
No otra cosa
significa la destrucción del país y sus extraordinarias posibilidades de
futuro, especialmente para sus jóvenes. Aquel era un país en ascenso, a pesar
de sus muchos problemas, pero nunca arruinado ni destruido al extremo como lo
ha hecho el chavomadurismo. Era un país donde el optimismo y la esperanza
tenían lugar, y no se había instalado aún el pesimismo y la desesperanza.
Lamentablemente, hoy
hay múltiples daños colaterales contra la juventud venezolana. A la tendencia
adoctrinadora fasciocomunista en la educación oficial, se suma también el
empeño criminal del régimen por destruir las universidades autónomas, al negarles
los recursos que está obligado a entregarles. Mientras tanto, en paralelo, han creado
universidades improvisadas para profesionalizar la mediocridad de alguna gente
suya e incorporarlos a las nóminas oficiales.
En esta materia, las cosas funcionaron de manera distinta hasta 1998.
Había entonces oportunidades para la juventud en general. Había también una
educación aceptable en casi todos los niveles y en algunos, sin duda, la hubo
de excelencia. A partir de 1958, la República Civil multiplicó las escuelas,
los liceos y las universidades como nunca antes y facilitó el acceso al proceso
educativo de millones de niños y jóvenes. Luego, a partir de 1974, Venezuela se
dio el lujo de enviar al exterior a miles de jóvenes profesionales a
especializarse en diversas áreas.
Pero, por desgracia, todo aquello quedó
atrás. Hoy los jóvenes no encuentran oportunidades de ningún tipo. Lo más
significativo de todo es que la mayoría de ellos eran apenas unos niños -o no
habían nacido- en la Venezuela anterior a 1999. Por lo tanto, sólo han conocido
y sufrido la pesadilla chavomadurista. Todo ello demuestra el fracaso de este
oprobioso proceso: quienes han nacido y crecido bajo su régimen son justamente quienes
más lo combaten. He allí la condena más rotunda contra la cáfila incapaz y
corrupta, hoy envilecida en el poder.
Por todas estas
razones, tal vez ningún gobierno anterior haya asesinado de manera generalizada
–en los términos del DRAE ya citado– a tantos millones de jóvenes, no sólo al
arrebatarles su vida, sino también sus posibilidades de estudio, de superación
y de progreso, así como su derecho inalienable a vivir en un país mejor.
Hoy comprobamos
también, con inmenso pesar, cómo la delincuencia impune –aliada y armada por el
régimen– también ha asesinado desde hace tres lustros a cientos de miles de
jóvenes en ciudades y pueblos venezolanos. Todas esas muertes de muchachos y
muchachas que querían ganarse el porvenir deben ser igualmente acreditadas a la
abultada cuenta de las víctimas fatales del régimen.
Por eso, y aunque
pueda parecer pantagruélica la afirmación anterior, lo cierto es que en estos
18 años el régimen ha asesinado más jóvenes que cualquier otro gobierno. Ha
herido más jóvenes que cualquier otro gobierno. Ha detenido más jóvenes que
cualquier otro gobierno. Ha torturado más jóvenes que cualquier otro gobierno. Y
muchos más jóvenes se han ido fuera del país en busca de oportunidades que aquí
ahora se les niegan, como nunca antes sucedió en ningún gobierno anterior.
Porque, por
desgracia, nunca antes nuestra juventud fue tan asesinada, escarnecida,
perseguida, torturada y privada de libertad como ahora. Pero más temprano que
tarde, este régimen genocida pagará sus crímenes y delitos de lesa humanidad,
aunque se escondan debajo de las piedras.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas - Martes, 09 de mayo de 2017.
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