GOLPE DE ESTADO CONTINUADO
Gehard Cartay Ramírez
Esta Constitución no perderá su
vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuese derogada por
cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo
ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de
colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.
Artículo 333 de la Constitución
Nacional.
Desde hace muchos años, el régimen instalado en
1999 viene adelantando un golpe de Estado continuado.
Sólo que ahora, cuando son minoría y tienen al
pueblo en contra, pretenden culminar ese desarrollo golpista bloqueando a la
Asamblea Nacional -electa mayoritariamente por los venezolanos en diciembre
pasado- y suspendiendo los procesos electorales previstos por la Constitución
Nacional. A tales efectos, vienen utilizando a un grupito de “magistrados” del
tribunal supremo, nombrados irregularmente, quienes mediante maniobras
inconstitucionales y por tanto nulas e inexistentes, sólo responden a los
intereses particulares de la cúpula podrida que manda, por ahora.
Por esa razón, la Asamblea Nacional ha actuado bien
este domingo pasado al declarar formalmente “la ruptura del orden constitucional y la existencia de
un golpe de Estado cometido por el régimen de Nicolás Maduro en contra de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo de Venezuela”.
No creo que haya que hacer un esfuerzo especial para
entender que hoy en este país no existe un sistema democrático, sino una
dictadura que cada día se desnuda como tal. Porque un país donde el régimen
viola todos los días la Constitución, desconoce al Poder Legislativo electo por
el pueblo, usa los tribunales a su antojo y suspende elecciones democráticas
porque no le convienen… ¿qué otra cosa puede ser sino una dictadura?
Ha hecho bien la
Asamblea Nacional en desenmascarar al régimen, apelando a las vías
constitucionales. Ha hecho bien al denunciar el atropello oficialista que
significa arrebatarle al pueblo su derecho a revocar a quien ocupa la
presidencia. Ha hecho bien al declarar la existencia de magistrados chimbos en el TSJ y rectoras con el
tiempo vencido en el CNE, acusando a los primeros “de desmantelar el Estado de
Derecho, subordinándose a las órdenes del poder ejecutivo”, y a las segundas de
conspirar “contra la democracia” con su “evidente parcialidad política”.
También la Asamblea Nacional
ha hecho bien al anunciar la continuación de la investigación “sobre la
probable doble nacionalidad del Presidente de la República, la cual debe
concluir a la brevedad”, y al denunciar “que Nicolás Maduro ha participado
activamente en la ruptura del orden constitucional antes señalada, y que
existen fundadas razones para sostener que ha abandonado las funciones
constitucionales de la Presidencia de la República”.
Ha hecho bien al
“exigir a la
Fuerza Armada Nacional no obedecer ni ejecutar ningún acto o decisión que sean
contrarios a los principios constitucionales o menoscaben derechos
fundamentales del pueblo de Venezuela, emanados del Poder Ejecutivo, Judicial,
Ciudadano y Electoral”. Y ha hecho bien al recordar a los venezolanos -“investidos
o no de autoridad”- el Artículo 333 de la Constitución Nacional que nos ordena restablecer su
efectiva vigencia, cuando esta sea desconocida.
Por lo tanto, insisto, resulta conducente lo acordado
por la Asamblea Nacional al declarar “la ruptura del orden constitucional” y el
golpe de Estado en desarrollo por parte del régimen, así como la procedencia de
designar cuanto antes a los nuevos rectores del CNE y los nuevos magistrados
del TSJ, no sólo por el tiempo vencido de sus mandatos o su inconstitucional
nombramiento, sino también por su aberrante proceder como peones del Poder
Ejecutivo y sus bastardos intereses. También es menester definir la situación
de quien ejerce la presidencia y llamar al pueblo a la defensa activa de la
Constitución Nacional.
Y es que no podía ser otro el comportamiento de un parlamento
democrático como el venezolano. Está obligado por la confianza que le dimos los
ciudadanos, por la letra misma de la Constitución y por su propia dignidad a
resistir, enfrentar y derrotar la dictadura en marcha y tomar las decisiones a que haya lugar.
No hacerlo constituiría una traición al mandato de sus
electores y de la Historia. Por eso han hecho bien al actuar en esa dirección.
Y los ciudadanos estamos obligados a respaldarlos íntegramente, pues los
diputados de la democracia, al actuar como lo hicieron este domingo, no han
hecho otra cosa que interpretar el sentimiento de la casi totalidad de los
venezolanos y actuar en consecuencia.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 25 de octubre de 2016.