¿BRAVO PUEBLO O MANSO
PUEBLO?
Gehard
Cartay Ramírez
Alí Primera, cantautor de
protesta de cuya figura se apropió el chavismo, sustituyó lo del “bravo pueblo”
que glosa el Himno Nacional por otra frase más realista: “el manso pueblo”.
Aquella canción la compuso muchos años atrás, pero hoy cobra una
extraordinaria vigencia, justamente bajo un régimen que se dice inspirado por los
mensajes de protesta del fallecido cantautor falconiano. En su época, tal vez
pudo ser un tema exagerado: el país estaba mucho mejor que ahora en todos los
sentidos. Y, aún así, poco tiempo después algunos hechos desmintieron lo de “mi
manso pueblo”…
Sólo que lo que hoy sucede en Venezuela revela una crisis inmensa en
todos los órdenes. Una crisis institucional que deslegitima todos los Poderes Públicos
al estar sometidos al interés de una claque corrupta y su partido. Una crisis
moral donde la corrupción invade y determina todo, de arriba abajo. Una crisis
económica sin precedentes que arruina a la gran mayoría. Y una crisis social
que cuando se desate traerá consecuencias terribles.
Lo que se percibe hoy en la calle es una indignación
como muy pocas veces se ha visto. Baste sólo referirnos a algunos elementos
puntuales: alto costo de la vida, desabastecimiento y racionamiento; las
innumerables “colas”, producto del desabastecimiento y la escasez; la
inadmisible tarjeta de racionamiento tipo cubano que esconden las captahuellas para comprar; la creciente
inseguridad, con sus centenares de miles de asesinados y heridos; el colapso de
los servicios públicos, especialmente salud, energía eléctrica y agua potable; la
escasez de medicinas; cierre de radios, y la descomunal corrupción de la cúpula
del régimen y sus testaferros.
La verdad pura y simple el régimen chavista acabó con
las expectativas promisorias del país y cuando tengan que entregar el poder lo
que recibiremos los venezolanos no es otra cosa que una Venezuela hipotecada y
cada vez más pobre.
Porque, como bien se sabe, pocas veces en la historia
los venezolanos habíamos soportado una crisis política, económica y social como
la actual. De ser un país en ascenso sostenido en todos los órdenes desde la
década de los años cincuenta del siglo pasado, hoy somos un país arruinado y
quebrado. De ser un país petrolero exportador durante más 70 años, hoy estamos
importando gasolina y parece que pronto también petróleo.
Sin embargo, frente al actual desastre, pareciera que existe aún una cierta
conformidad, absurda e ilógica, por lo demás. En otro país que viviera las
actuales y trágicas circunstancias que sufrimos aquí, el pueblo habría tomado de
manera pacífica las calles en una enérgica protesta para obligar al gobierno a
cambiar sus fracasadas políticas y quién sabe si hasta habría ocurrido ya una
explosión social.
Y aquí es donde hay que preguntarse si hoy los venezolanos somos un
“bravo pueblo” o un “manso pueblo”. Si lo del “bravo pueblo” fue una simple
inspiración de los compositores del himno patrio, muy propio de la epopeya
independentista que cantaron poetas de su tiempo, o si, ciertamente, corresponde
a la verdad histórica.
Hubo momentos, desde luego, en que se dieron
demostraciones de bravura popular. No voy a mencionar la guerra de
Independencia, porque aquello fue una lucha del mantuanaje hasta que murió Boves y Páez se incorporó a la gesta. Tampoco
la Guerra Federal, cuando -según el escritor izquierdista Domingo Alberto
Rangel- “la república se vio acuchillada por mesnadas de caudillos andrajosos y
ladrones que convirtieron en virtud cívica su instinto trepador” (*). A la
muerte de Gómez hubo algún acto, multitudinario entonces, de protesta
caraqueña. Luego vendrían el movimiento de 23 de Enero de 1958, el Caracazo de 1989 y aquella gigantesca manifestación
realizada en Caracas el 11 de abril de 2003, que obligó a Chávez a renunciar al
poder. (Aquí en Barinas hay que recordar la protesta popular contra el intento
de desconocer nuestra victoria electoral en 1992.) Y hasta allí.
En todo lo demás, la historia
nos reseña como un “pueblo manso”. ¿Lo seguimos siendo hoy, cuando nos aplasta
una de las más graves crisis económicas que hemos sufrido y que puede, incluso,
colocarnos al borde una tragedia humanitaria y hasta de una posible hambruna,
por culpa de los desaciertos económicos del régimen actual?
Twitter: @gehardcartay
El blog
de Gehard Cartay Ramírez
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(*) Domingo Alberto Rangel, Entre gochos y maracuchos, Vadell Hermanos Editores / José Agustín
Catalá / El Centauro Editores, Caracas, 1999, página 134.
LA PRENSA de Barinas - Martes, 02 de septiembre de 2014.