lunes, 27 de mayo de 2013

Verdades
DEGENERACIÓN Y DECADENCIA
Gehard Cartay Ramírez

Estas dos palabras sirven para describir al actual régimen, luego de las confesiones del conductor de La Hojilla en la famosa grabación divulgada la semana pasada.
Y es cierto. Estamos en los estertores de un régimen -un gobiernito, pues- decadente y degenerado, cuya cúpula, al decir del presentador cloacal estrella del Canal 8, la integran un bolsa, una cuaima que lo maneja y un “hijo de la grandísima puta” -ojo: palabras suyas, pero que ya no constituye delito decirlas- dedicado a robar a través de Cadivi, Seniat y otras dependencias oficiales, al tiempo que controla la cúpula militar y las policías del régimen. Y lo que es peor: todos ellos dirigidos, desde Cuba y a control remoto, por la dictadura de los viejitos Castro.
Las revelaciones del batracio letrinero del canal 8 hablan también de un supuesto golpe de Estado contra Maduro, dirigido por Cabello y su grupo, posibilidad que sería muy cierta a causa de la falta de liderazgo de aquel y del control militar que ejercería este último. Nada nuevo bajo el sol: se revela, una vez más, la lamentable situación de la Fuerza Armada, hoy embarrada con la politiquería y el partidismo, en violación abierta del artículo 328 de la Constitución Nacional. Y Silva, incluso, revela que el actual Ministro de la Defensa le ha dado varios fusiles, dejando entreabierta la posibilidad de que se hayan cometidos homicidios (“Descubrimos a dos y pum pam y le dimos…”).
Por cierto que la opinión del sicario televisivo sobre el ilegítimo es muy grave: lo define como un hombre manipulado por su pareja. Habla, además, de negociados y contratos, detrás de los cuales estaría el inefable José Vicente Rangel, otrora candidato santón de la izquierda venezolana. Al infaltable Cabello también lo señala, nada más y nada menos, como el jefe del grupo que estaría enriqueciéndose con los dólares de Cadivi.
Otra revelación gravísima es la comprobación de que el actual régimen es una vil colonia de la dictadura castrocomunista cubana. El sapo hojillero recuerda que Fidel Castro les recomendó acabar con “las elecciones burguesas” en Venezuela, lo que no se produjo dada la incondicionalidad del CNE. Y en cuanto a las últimas elecciones, Silva, con un cinismo vergonzoso, dijo que había recomendado a Maduro estirar la capilla ardiente del finado jefe, en lugar de andar por el país montando un show al estilo de Sábado Sensacional.   
Decadencia y degeneración, por donde se lo mire, si usted lee el informe (contenido en la grabación de marras) que el famoso sicario de VTV le rindió a uno de sus jefes del G-2 cubano, la temible policía secreta del castrocomunismo. Desde luego que el esbirro en referencia no dijo nada nuevo. Ya todo, o casi todo, lo sabíamos o lo sospechábamos. Lo importante es que haya sido este toñeco del finado Chávez, su hombre de confianza cuando quería informar algo, quien hiciera lo que pudiéramos llamar la autopsia del presente régimen.
(Porque, además, no hay que olvidar que La Hojilla era “el programa revolucionario” que enfrentaba “la canalla mediática” que, según el régimen, representan los medios de comunicación  independientes. La Hojilla era, pues, “la biblia comunicacional chavista”, con el visto bueno del difunto comandante.  ¡Y que ahora haya dicho lo que dijo, tiene los efectos de una bomba atómica en la opinión del chavismo de base!)
Estamos, sin duda, en presencia de algo muy grave, gravísimo. No se trata de simples chismes. Nada de eso. Se trata de una radiografía fiel de la gigantesca podredumbre del régimen, cuyo disfraz de “socialismo del siglo XXI” no es más que una hoja de parra que ya no puede tapar tanta corrupción, ladronismo y saqueo de los recursos del pueblo venezolano. Estamos, pues, en presencia del gobierno más corrupto de la historia venezolana.
Lo peor de todo es que las “instituciones” manejadas por el régimen (fiscales, jueces, policías, etc.) siguen siendo muy displicentes frente a estos graves delitos, como siempre ocurre cuando se trata de la corrupción chavista. No le han parado bolas a las denuncias contenidas en la grabación de marras, ni lo harán tampoco. Están muy ocupados persiguiendo y enjuiciando a líderes opositores por el delito de serlo: allí está el caso de los campesinos de Socopó, presos por cargar unos cohetones, “delito” mucho más grave, por lo visto, que los de traición a la patria, corrupción, homicidios, fraudes electorales y cualquier otro delito de la legislación penal, que aparecen en la grabación del presentador de La Hojilla.
La conclusión frente toda esta podredumbre que caracteriza al actual régimen se la dice el propio Silva al coronel cubano Aramis Palacios, y no puede ser más gráfica y elocuente:
-“Estamos metidos en un mar de mierda, compadre, y todavía no nos hemos dado cuenta…”
Pero los venezolanos sí nos hemos dado cuenta, y por eso este régimen hace tiempo entró en la cuenta regresiva de su salida del poder.

(LA PRENSA de Barinas - Martes, 28 de mayo de 2013)