viernes, 20 de octubre de 2017

EN MEMORIA DE EDGAR CARTAY RAMÍREZ, 40 AÑOS DESPUÉS



EN MEMORIA DE EDGAR CARTAY   RAMÍREZ, 40 AÑOS DESPUÉS
El pasado domingo 15 de octubre se cumplieron 40 años de la trágica muerte de mi hermano Edgar Cartay Ramírez en un absurdo accidente de tránsito ocurrido en Barinas.
Fue la primera vez que la muerte de un ser querido me golpeó tan de cerca.
Edgar era licenciado en Historia, graduado en la Universidad de Los Andes en 1971. Se vino a Barinas inmediatamente e ingresó a la docencia en educación media. Era un hombre generoso y amigable, aunque de pocas palabras.
Sin embargo, llevaba por dentro una luz de esperanza y a cada cual daba un poco de esa luz, especialmente a sus numerosos alumnos. En la familia era también el más ingenioso de todos sus hermanos. Recuerdo que siempre nos ayudaba en los juegos infantiles, construyendo juguetes o permitiendo el vuelo de nuestra imaginación.
Esa calidad humana le permitió ejercer funciones de liderazgo estudiantil. Fue así como sus compañeros lo eligieron presidente del Centro de Estudiantes del Liceo O´Leary. Después se fue a Mérida, a estudiar Derecho, pero pudo más su vocación por la historia. Años más tarde, coincidiríamos allí y hasta fuimos compañeros de habitación en una pensión estudiantil en la carrera ocho, por los lados de Barinitas, la primera estación del teleférico de Mérida.
Siendo estudiante universitario, Edgar fue también un activista político de izquierda -algunos de sus contemporáneos lo llamaban entonces “el comandante”, por cierto- e impulsor de importantes iniciativas, entre ellas, la Asociación de Estudiantes Barineses de la Universidad de los Andes. Edgar fue igualmente un bohemio, amigo de parradas y de tragos. Sus numerosas amistades siempre lo consideraron un hombre sincero, afable, enemigo de formalidades, espontáneo y sencillo. En sus últimos años se hizo socialcristiano y participó activamente en los inicios de la campaña electoral de Luis Herrera Campíns.
Acababa de cumplir 33 años cuando fue sorprendido por la fatalidad. Nos lo cobró una madrugada de octubre, y apenas pudo su recia fibra de hombre joven luchar contra la adversidad algunas horas, mientras lo trasladábamos por vía aérea a Caracas, donde finalmente falleció.
Rendimos ahora, 40 años después, homenaje a su memoria y su ejemplo.

GEHARD  CARTAY RAMÍREZ