jueves, 13 de diciembre de 2012

Verdades
PENSANDO EN BARINAS
Gehard Cartay Ramírez

Al votar este próximo domingo 16 de diciembre hay que hacerlo pensando en Barinas.
Total, ya el país decidió su destino al re-reelegir al actual presidente, prolongando así el plan nacional de destrucción en marcha. Toca ahora a las regiones decidir el suyo. Ojalá lo hagamos bien, porque, siendo sinceros, podremos de alguna manera contener la tendencia totalitaria que anima al actual régimen.
Como ya lo he señalado en otras oportunidades, la estrategia oficialista está muy clara, no desde ahora, sino desde hace mucho tiempo, tanto como lo pensaron el actual jefe del régimen y su combo cuando intentaron el golpe de Estado de febrero de 1992. Luego, durante el referendo de 2008, plantearon, y la mayoría de los venezolanos se los negó,  lo que hoy ejecutan de contrabando para derogar la Constitución y establecer el llamado “Estado Comunal” o Comunista, es decir, una dictadura al estilo de Fidel Castro en Cuba.
De acuerdo con esta siniestra estrategia, gobernaciones y alcaldías están condenadas a desaparecer, aunque ahora lo niegue el oficialismo, pues no lo va admitir en plena campaña electoral. Pero -como para que no queden dudas al respecto-, también desde hace tiempo algunos de sus voceros calificados, como Aristóbulo Istúriz, nos anunciaron que gobernaciones y alcaldías debían ser “desbaratadas” en función del proyecto totalitario del régimen.
En consecuencia, si hay algo claro es que lo primero que harán los candidatos chavistas a gobernadores que por mala suerte ganen en sus estados, no será otra cosa que entregarle esas gobernaciones al jefe único del régimen para que las “desbarate”.
Está muy claro entonces que hay que impedir que los postulados del oficialismo triunfen, para lo cual -verdad de Perogrullo- hay que votar masivamente por los candidatos de las fuerzas democráticas a gobernadores. Y todo ello, teniendo muy claro también que aquellos opositores al proyecto del régimen que resulten electos van a tener muy limitadas sus atribuciones y penderá sobre ellos una especie de Espada de Damocles, dispuesta a descabezarlos en cualquier momento si no son capaces de enfrentar, junto a su pueblo, las pretensiones absolutistas del führer sabaneteño.
Y en esta materia hay que ser muy sinceros. Ningún candidato a gobernador por las fuerzas democráticas puede estar ofreciendo aquello que no esté en capacidad de cumplir, bien porque sea competencia nacional o porque carecerá de recursos para hacerlo.
Ya se sabe, en cuanto al primer aspecto, que el régimen ha venido despojando de muchas competencias a estados y municipios. En cuanto a lo segundo, no está de más recordar que los presupuestos de las gobernaciones siguen siendo limitados, si se los compara con los del Poder Central. Siempre ha sido así, por lo demás. Por eso en el pasado siempre fue demagogia barata y mentira infame lo de algún gobernador de aquí que se atribuyó como suyas la autopista José Antonio Páez o la Intercomunal Barinas-Barinitas, obras que, por su elevado costo, sólo podía construir el Gobierno Nacional, como en efecto sucedió.
Pero los gobernadores opositores sí pueden, administrando bien sus recursos y tomando iniciativas creadoras e inteligentes, hacer muchas cosas en sus regiones que el régimen chavista no ha hecho.
Aquí, en el vecino estado Táchira, el gobernador Pérez Vivas ha asumido asuntos que le corresponden al régimen del otrora Gran Hablador y que nada ha hecho al respecto. Me refiero, por ejemplo, a la recuperación de la vialidad urbana y extraurbana, al alumbrado público, a la dotación de hospitales y centros de salud y a la construcción de escuelas.
El gobernador Capriles Radonski, por ejemplo, ha ejecutado una labor extraordinaria en materia de construcción de escuelas y liceos, siendo hoy Miranda la entidad federal que posee las mejores instalaciones, mientras el régimen chavista brilla por su ausencia, a pesar de tener más recursos presupuestarios. O el caso del gobernador Pablo Pérez en el Estado Zulia, cuyo programa de becas de estudio es uno de los mejores del país y de Latinoamérica.
Pongo esos tres casos nada más para demostrar que, a pesar del cerco presupuestario y del acoso del régimen chavista contra los gobernadores de la oposición, si estos actúan con eficacia, imaginación y honestidad pueden hacer mucho más que su todopoderoso adversario del Palacio de Miraflores.
En nuestro caso, la elección de Julio César Reyes lo obligaría a imitar en lo posible lo que vienen haciendo los gobernadores de las fuerzas democráticas. Por lo tanto, deberá priorizar los problemas y sus soluciones, a fin de hacer la inversión de los recursos de manera eficiente.
(Puedo citar mi caso al respecto -y perdóneseme la inmodestia-, pues cuando fui gobernador entre 1993 y 1996 pudimos crear y poner en funcionamiento Programas Sociales que entonces beneficiaron a muchos barineses, construimos avenidas, carreteras, acueductos, viviendas, iniciamos el Hospital Materno Infantil y, junto al gobierno del presidente Caldera, concluimos la Ciudad Deportiva y realizamos los Juegos Nacionales Juveniles, entre muchas obras importantes, y todo ello con recursos propios de la gobernación de Barinas.)
Todas estas son razones más que suficientes para votar por Julio César Reyes y hacerlo gobernador de Barinas este próximo domingo, pensando, como debe ser, en nuestra región y en su futuro, que no es otra cosa que nuestro futuro.


LA PRENSA de Barinas - Martes, 11 de diciembre de 2012.