sábado, 25 de mayo de 2019

136 aniversario del natalicio de Alfredo Arvelo Larriva

Ayer se cumplieron 136 años del natalicio del eximio poeta bariniteño Alfredo Arvelo Larriva. No hubo ninguna conmemoración oficial ni particular al respecto, a pesar de ser nuestro bardo paisano uno de los poetas más importantes del siglo XX venezolano. Pero ya se sabe que para el chavomadurismo la historia se reduce a tres nombres: Bolívar, Zamora y Chávez. Y del mundo civil absolutamente nadie merece ser recordado porque, sencillamente, no existe para el régimen.

Cito a continuación una parte de mi libro "Baquiano, volando rumbos. Vida y obra de Alberto Arvelo Torrealba" (2017), donde menciono la relación entre ambos poetas y primos: "El primo Alfredo Arvelo Larriva: En 1924, cumplidos los veinte años, el joven Arvelo Torrealba fue enviado a Caracas a realizar sus estudios secundarios. Barinas carecía entonces de institutos educacionales que ofrecieran tal posibilidad y en las ciudades cercanas donde funcionaban institutos de educación media, como Barquisimeto o Mérida, no residían familiares o amigos de confianza. Caracas era en aquel tiempo una ciudad pequeña -no llegaba a los doscientos mil habitantes-, apacible y agradable, con un atrayente clima y un ambiente ideal para el estudio y la reflexión. Tenía también, a pesar de su tamaño, una cierta vida cultural, en la medida en que el gomecismo la permitía, es decir, siempre que no estorbase los planes del dictador para perpetuarse en el poder. En la capital de la República vivía el poeta Alfredo Arvelo Larriva, sobrino y amigo de don Pompeyo. Alfredo, a quien confiaron finalmente el cuidado del primo adolescente, le llevaba 20 años y era ya un poeta consagrado en los círculos literarios y en la prensa caraqueña. Había publicado dos libros de poesía -Enjambre de rimas, en 1906, y Sones y canciones, en 1909-, aparte de escribir con frecuencia en la prensa capitalina y en algunas publicaciones especializadas, como El Cojo Ilustrado y La Lectura Semanal. Perteneció a la segunda generación modernista venezolana, junto a Jesús Semprún, Luis Correa, Alejandro Carías, Sergio Medina y José Tadeo Arreaza Calatrava. “La época en que escribió -reseñaría años después otro barinés, el también poeta Rafael Ángel Insausti-, saturada de la influencia de Rubén Darío, explica algunas excelencias y algunos defectos y debilidades de su poesía. Pero al revés de innúmeros hispanoamericanos que vivieron y murieron en olor de imitación, él intentó desde sus primeros poemas definir y acentuar las cualidades de que estaba inconfundiblemente dotado (…) Supo singularizar su verso, ágil, ecoante, conciso, viril por la fuerza de su textura y por el prurito de crearse a cada paso dificultades, no más que para saborear los placeres de la lid y del vencimiento (…) Había nacido para las grandes audacias, de esas que casi cambian la fisonomía de los idiomas. Lástima que se satisficiera con poco”.

La de Arvelo Larriva fue, sin duda, una personalidad trágica. En 1905, estando en Ciudad Bolívar, de paso para el Territorio Amazonas, muere su adversario en un lance personal. Permanecerá luego ocho largos años preso en las cárceles de Ciudad Bolívar, Maracaibo y Caracas. En ese tiempo publica los dos libros señalados y en 1911 funda la revista Sagitario. En marzo de 1913 sale en libertad, pero ese mismo año vuelve a la cárcel, esta vez por conspirar contra la dictadura gomecista, al lado del general Román Delgado Chalbaud, quien vive exilado en Francia. Ocho años después, en agosto de 1921, sale en libertad. Entre 1922 y 1927 residirá en Caracas, pero se trasladará con cierta frecuencia a Barinitas. Será entre 1924 y 1927 cuando Arvelo Torrealba entrará en contacto directo y personal con su primo Arvelo Larriva. Debió ejercer, desde luego, una enorme influencia sobre el estudiante, pues aparte del parentesco, Arvelo Larriva tenía su representación legal. Muchas seguramente fueron las tertulias entre el poeta en ciernes y el poeta ya consagrado, y tal vez por eso en los primeros versos del más joven se nota un cierta influencia del bardo bariniteño. Sin embargo, el poeta Arvelo Larriva viajará a Europa en 1927, y aún cuando volverá en 1928, cumpliendo tareas conspirativas bajo la jefatura del general Román Delgado Chalbaud, una vez fracasada la aventura del Falke en las costas de Cumaná, se trasladará en 1929 a Colombia y México, luego a Barcelona y, finalmente, a Madrid, donde morirá el 13 de mayo de 1934, a los 51 años de edad, víctima de un infarto". .