martes, 12 de noviembre de 2013

EL GRAN SAQUEO
Gehard Cartay Ramírez
A propósito de saqueos, la cúpula podrida del régimen es la principal saqueadora. A los otros les dejan las migajas.
Lo afirmo porque en esta materia, como en las demás, no hay que dejarse llevar por la propaganda oficialista. Y porque los demás saqueadores, aparte de la impunidad y la respectiva invitación a saquear por parte de Maduro, sólo se apropian de cosas menores (lo que no deja de ser delito también), mientras los corruptos rojos rojitos han saqueado nuestro Patrimonio Público como muy pocas veces antes.
Ya se sabe que, con un caradurismo grosero y una propaganda falaz, el régimen pretende culpar a los demás -especialmente a la oposición democrática- de todos los problemas del país. Ellos, en cambio, no son responsables de nada. Ahora bien, si esto fuera cierto (que no lo es), ¿para qué carajo existe entonces este gobierno si, con todo el poder que ha acumulado desde hace 15 años, no puede resolver ningún problema?
Claro, ya se sabe que se trata del libreto castrocomunista, cuya dictadura tiene ya más 50 años culpando de todo malo al imperialismo yanqui. En este medio siglo que han gobernado Cuba, ellos tampoco son responsables de nada. Un cuento que, por cierto, ya nadie se traga allá y tampoco aquí.
Porque la verdad irrefutable en el caso venezolano es que la cúpula gobernante es la gran saqueadora de los recursos del país. Y se trata de un saqueo milmillonario, sistemático, planificado e inescrupuloso.
Desde 1999, la cúpula podrida del chavismo y su jefe, se propusieron establecer un régimen neototalitario. No les ha sido fácil instaurarlo, pero no han cejado un solo día en su perverso propósito.
Ya controlan todas las instituciones políticas -gobierno, parlamento, tribunales, contraloría, fiscalía y Fuerza Armada- y casi todos los medios de comunicación social (TV, radio y periódicos). Han avanzado indetenibles en el control del sector privado de la economía (medios de producción, banca, comunicaciones, etc.), lo cual, unido al manejo totalitario de la industria petrolera, ha puesto en manos de la cúpula podrida del régimen el manejo corrupto y corruptor de los recursos financieros de todos los venezolanos.   
 Y aquí es donde hay que detenerse para explicar lo del gran saqueo. Ese control total -exclusivo y excluyente- sobre los recursos del Estado venezolano es lo que explica la desenfrenada corrupción del régimen y su cúpula. Ya no es el modesto ladronismo del pasado, cuando burócratas rateros cobraban comisiones por otorgar contratos públicos o procedimientos parecidos.
Ahora se trata de robos al erario público más refinados y milmillonarios. Se roban presupuestos y recursos del Estado sin ningún miramiento, ni vergüenza. Se roban miles de millones de dólares a través del manejo de las cuentas bancarias del Estado, aquí y en el exterior. Se roban miles de millones de dólares especulando con el control de cambios, apropiándose de los dólares de todos los venezolanos y transfiriéndolos a sus cuentas secretas en el exterior.
Esto es público y notorio: la anterior presidente del BCV denunció -y por ello fue destituida- que empresas de maletín vinculadas a la cúpula corrupta del régimen se robaron, entre 2012 y 2013, más de 30.000 millones de dólares. Y a un sector de los bolichicos que, como se sabe, son testaferros y niños mimados de altos personajes de la cúpula oficial, les dieron contratos por 30 mil millones de dólares para adquirir equipos de generación y distribución eléctrica en el exterior. Nunca cumplieron con esos contratos. Se cogieron los 30 mil millones de dólares y, de paso, repartieron 3.000 millones en sobornos aquí y fuera del país.
Son apenas dos casos, pero suman más de 60.000 millones de dólares, una montaña de dinero. Imagínese, amigo lector,  cuántas viviendas, hospitales, escuelas, carreteras, créditos industriales y agropecuarios, pensiones a nuestros ancianos, becas a nuestros estudiantes y un largo etcétera de cosas buenas se podrían hacer con esa suma milmillonaria en beneficio de los venezolanos.             
 Y eso para no hablar de otros milmillonarios actos de corrupción que desde 1999 ya hemos referido en estas páginas (Plan Bolívar 2000, Fondo Único Social, Fondur, Banco del Pueblo, Banco Industrial, Seniat, Centro Simón Bolívar, Convenio Petrolero con Cuba, Fondo de Inversiones Macro Económicas, emisión y reventa ilegal de bonos de la deuda pública y pagarés, el fraude de las “notas estructuradas”, el latrocinio continuado del Bandes, CVG, Edelca, la gigantesca partida secreta creada con el Fondo Especial de PDVSA (más los casos de Pdval y sus 200 millones de kilos de comida podrida, el desfalco al fondo de pensiones, el robo descarado de la cúpula petrolera), saqueos en gobernaciones afectas al régimen, etc., etcétera).
 Esto sí es el gran saqueo. A los demás saqueadores, repito, les dejan las migajas.
    @gehardcartay
(LA PRENSA de Barinas - Martes, 12 de noviembre de 2013)