VOTAR PARA ELEGIR
Gehard Cartay Ramírez
El problema no es votar o abstenerse. El problema
es votar para elegir. Y eso exige garantías plenas de que, en efecto, será
reconocida la voluntad popular.
En mi caso particular no
he sido abstencionista. Por el contrario, he votado en todos los procesos
electorales desde que me convertí en elector, salvo en 2005, cuando los
partidos opositores acordaron abstenerse. Por lo demás, en mi caso personal,
debo insistir en que los cargos políticos que he ejercido siempre han sido por
elección popular.
De modo que creo en el voto. Pero creo en el voto
efectivo. Lamentablemente, hay que admitir que, desde 1999, ese voto ya no
tiene la efectividad que establecen la Constitución Nacional y las leyes
electorales. Lo que ocurrió entonces es que la oposición democrática estaba
obligada a participar en todas esas elecciones anteriores, aún sin garantías
plenas, para convencer a la opinión pública internacional de que no era una
oposición golpista, argumento que el régimen utilizó hasta el cansancio en su
contra.
Hoy en día, esa misma opinión pública internacional
–la ONU, la OEA y casi un centenar de gobiernos extranjeros– es la que ahora
sostiene que el sistema electoral venezolano está viciado y no garantiza la
voluntad del pueblo, dados su falta de transparencia, sus trampas y el apoyo
incondicional del CNE al régimen de Maduro.
La pregunta, a estas alturas, es la de si
continuaremos asistiendo a la farsa electoral del chavomadurismo o si, por el
contrario, estamos obligados a seguir exigiendo garantías plenas para que nuestro
voto elija realmente y que no se perderá por las marrullerías del actual organismo
electoral.
Así de sencillo, amigo lector. Y por eso insisto en
que el problema no es votar o abstenerse. De lo que se trata es de establecer
mecanismos y políticas que garanticen a todos los venezolanos que las elecciones
serán limpias y transparentes, y no como hasta ahora, convertidas en una
especie de caja negra, cuyo contenido sólo conocen el régimen y su CNE.
Hay al menos tres cosas concretas que deben
corregirse a este respecto. En primer lugar, un nuevo CNE, designado de acuerdo
a los artículos 295 y 296 de la Carta Magna. Desde el año 2000 se han
venido designando rectores adscritos al régimen, violando la Constitución
Nacional. Ya es hora de acabar con estas prácticas ventajistas, y así hay que exigirlo.
Segundo: hay que auditar el actual registro
electoral y abrir uno nuevo con participación de los venezolanos residentes en
el exterior. El registro electoral actual está viciado en extremo
para favorecer al régimen.
Tres: debe revisarse la automatización del proceso
electoral, especialmente luego de las denuncias de la empresa Starmatic sobre
vicios e irregularidades al respecto. Tal vez debería pensarse
en volver al proceso manual, utilizado hoy en la mayoría de las democracias
avanzadas del mundo, visto que todo proceso automatizado es susceptible de ser
programado para que produzca determinados resultados.
(Sobre las múltiples
irregularidades y vicios de CNE y los procesos electorales convocados desde
1999 recomiendo el libro ¿Elecciones
auténticas en Venezuela? Un análisis sobre la imparcialidad, el registro y el
sistema automatizado, escrito por Antonio Canova González, Rosa E.
Rodríguez Ortega y Tomás Arias Castillo, profesores universitarios y
especialistas en temas electorales y administrativos)
Hay tiempo para plantear y resolver estos tres
aspectos, pues las elecciones auténticas deben ser convocadas para diciembre de
2018, de acuerdo con lo señalado por la Constitución Nacional. Y ello se
explica suficientemente por cuanto se pretende convocar el proceso electoral
presidencial ahora en mayo, nueve meses antes de la fecha en que debe
posesionarse el nuevo presidente de la República.
Por eso insisto en que debemos continuar la lucha
por lograr plenas garantías electorales en Venezuela. Es nuestro derecho y
nuestro deber. Y si yo estuviera en el lugar del candidato Henry Falcón estaría planteando tales
exigencias como absolutamente indispensables para participar en un nuevo
proceso electoral para elegir al presidente de la República.
Ciertamente lo menos que podemos exigir como
electores es que se respete nuestro voto, es decir, el voto de todos. Y por eso
hay que insistir ahora en este asunto vital, antes de cualquier otro proceso
electoral.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 03 de abril de 2018.
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