El Palacio del Marqués, ícono de la historia de Barinas.
IRRESPETO A LOS BARINESES
Gehard Cartay Ramírez
El régimen
se apropió hace algún tiempo del Palacio del Marqués, símbolo histórico de la
ciudad y patrimonio común de todos los barineses, y lo convirtió en una fulana
“Casa del Alba”, sin que, al parecer, alguien haya protestado semejante abuso
de autoridad.
Vamos a
estar claros: eso que llaman Alba -“Alternativa Bolivariana para América Latina
y el Caribe”- es un organismo internacional del chavismo, financiado con la
plata de los venezolanos y que sólo le sirve a sus propósitos políticos. Nada
tiene que ver con Barinas, por supuesto, ni con su historia y su gente, lo cual
hace más grave aún el abuso que se cometió al utilizar el Palacio del Marqués
como sede de fulano Alba.
El régimen
chavomadurista, que ha manejado, dilapidado y robado cientos de miles de millones
de dólares desde hace ya 19 largos años, hubiera podido construir una
edificación que le sirviera de asiento a su papapeto internacional, en lugar de
apropiarse indebidamente del Palacio del Marqués. Pudo más, sin embargo, el
abuso y el irrespeto del actual régimen contra la memoria histórica de los
barineses.
Que se
sepa, no ha habido protesta de ningún organismo público sobre el particular,
comenzando por el Concejo Municipal de Barinas, que pudiera ser el auténtico
dueño de esa edificación, según algunos historiadores. Y si la ha habido, ha
sido tan tibia e insignificante que ha pasado por debajo de la mesa, sin que se
recuerde la misma. Y conste que se trata de un asunto de mucha importancia para
la historia de la ciudad.
Pero la
apatía, la estolidez o el miedo -sin duda, este último en la mayoría de los
casos-, que también parece haberse apoderado igualmente de los anteriormente
llamados “sectores representativos de la región”, los ha llevado a todos a tolerar
semejante arbitrariedad. Si esto hubiera sucedido en el pasado, estoy seguro
que se habría conformado un movimiento de protesta ante tal abuso e irrespeto a
nuestra historia regional.
Tal vez a
algunos muy poco o nada les importa tal asunto. En medio de las tantas
calamidades que sufrimos bajo el actual régimen, esta situación es apenas un
detalle. Tal vez hasta tengan razón. Sin embargo, precisamente ese “detalle”
-junto a las demás desgracias que nos acogotan- forma parte de la decadencia
que trajo consigo la cúpula podrida que está en el poder desde 1999.
El Palacio
del Marqués, como se sabe, simboliza la historia de la ciudad. Al igual que
esta, ha tenido también etapas de abandono y ruina. Fue incendiado por los
realistas en 1814, pues el Marqués del Pumar apoyaba las fuerzas patriotas. Allí
murieron los aguerridos jóvenes de la Guardia Urbana de Barinas, quienes
estaban a cargo de la defensa de la ciudad en aquellos tiempos de guerra. A
partir de entonces sólo hubo ruinas de lo que había sido una magnífica
edificación colonial.
Construido
cerca de 1762 por José Ignacio del Pumar, Marqués de las Riberas del Boconó y
del Masparro, y luego de aquella destrucción, sus ruinas fueron vendidas a la
Diputación Provincial de Barinas, que las cedió al Ayuntamiento de la capital
para la instalación de un Colegio, lo que, al parecer, nunca sucedió. Así fue
como durante casi todo el siglo XIX y los primeros 37 años del siglo XX, las
ruinas del Palacio del Marqués permanecieron en total abandono.
En 1937,
siendo Presidente de la República el general Eleazar López Contreras, el
entonces gobernador, general Carlos Jordán Falcón, procedió a reconstruirlo,
destinándolo para sede del gobierno regional. Y en 1955, bajo el régimen del
general Marcos Pérez Jiménez, el gobernador Luis Alberto García Monsant lo amplió
en su ala oeste -mediante la construcción de una réplica del palacio original-,
la cual se destinó entonces a servir de asiento al Concejo Municipal de
Barinas.
El Palacio
del Marqués sirvió por largos años y hasta 1999 como sede de la Gobernación del
Estado. Desde entonces permaneció cerrado y en el año 2015 fue remodelado, no
precisamente respetando la construcción original. Por desgracia, lo que pudo
ser un acierto se convirtió en un abuso y un irrespeto a la memoria histórica
de Barinas.
Barineses ilustres
como los ex gobernadores Virgilio Tosta y Luciano Valero, junto al médico y
escritor José León Tapia, plantearon en su momento que el Palacio del Marqués -una
vez que dejara de ser la sede del gobierno regional- debía convertirse en un
Museo de Historia Regional, a fin de que las actuales y venideras generaciones
conocieran el devenir de esta tierra y su gente, que tanto le han dado al país,
en tiempo pasado y presente.
Ojalá que,
en un futuro cercano, este hermoso proyecto pueda hacerse realidad para
rescatar la memoria histórica de Barinas, simbolizada en el antiguo Palacio del
Marqués de las Riberas del Boconó y del Masparro.