miércoles, 15 de julio de 2015

EL ASEDIO A LAS UNIVERSIDADES AUTÓNOMAS



EL ASEDIO A LAS UNIVERSIDADES AUTÓNOMAS

Gehard Cartay Ramírez
El régimen viene desplegando desde hace tiempo una estrategia de asedio contra las universidades autónomas.

La razón no es otra que ponerle la mano a un sector que les ha sido esquivo en todos estos años. Porque, como bien se sabe, el mundo académico, cultural y científico de las universidades autónomas y democráticas -es decir, las que no controla el régimen- y su estudiantado, rebelde y contestatario, rechazan un régimen anacrónico, inepto y corrupto como el que lleva al país a su quiebra definitiva en todos los órdenes.

Esa actitud universitaria le escuece a la cúpula podrida del chavismo. No aceptan aún que los universitarios verdaderos rechacen valientemente su proyecto político e ideológico. Por cierto que siempre ha existido ese espíritu de lucha en los universitarios de cada tiempo histórico venezolano. Nunca se han sometido a los gobiernos de turno, aunque muchas veces lo han intentado, y al no lograrlo, las han cerrado y clausurado. Pero las universidades siguen actuantes, mientras los otros han sido barridos por la historia.

En este sentido, uno de los logros más importantes de la República Civil entre 1958 y 1998 fue la creación de numerosas universidades autónomas en todo el país. Porque no hay que olvidar que en Venezuela, a la caída de la dictadura perezjimenista, sólo existían cuatro universidades, todas creadas en los siglos anteriores. Fue a partir de 1958, y hasta 1998, cuando se multiplicaron las universidades autónomas y otros institutos superiores.

Venezuela es, desde entonces, uno de los países con más estudiantes universitarios. Y permítame el lector una breve anécdota al respecto. En 1981 estuve en China presidiendo una delegación parlamentaria. Hubo una reunión con el ministro de educación chino. Recuerdo que nos preguntó cuántos estudiantes tenía Venezuela en sus universidades. Al darle la cifra de entonces, el funcionario se sorprendió: “- ¿Cómo puede Venezuela tener tantos estudiantes con una población tan modesta…? ¡Son demasiados!”, nos dijo, asombrado, el ministro de educación del país más poblado de la tierra.

Pues bien, ese logro que significa la existencia de numerosas universidades autónomas y democráticas le molesta al régimen, como le incomoda todo ente autónomo y crítico, que no se le someta o controle de acuerdo a su esquema castrocomunista.

Por eso vienen estrangulando las universidades autónomas, negándose a aumentarles sus presupuestos, cada vez más insuficientes y escasos. Así, nuestros profesores e investigadores universitarios cobran hoy sueldos insuficientes y los recursos apenas alcanzan para mantener el funcionamiento indispensable de las universidades.

Pero ahora han puesto en marcha una maniobra para someterlas de otra manera. Pretenden -nada más y nada menos- que ingresen mayoritariamente como estudiantes de las universidades autónomas gente identificada con el régimen.

Como se sabe, la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), dependiente del Ministerio de Educación Superior, está favoreciendo a los egresados de la Misión Ribas -creada por el chavismo en 2003- por encima de egresados de liceos públicos y colegios privados más antiguos y prestigiosos. Lo peor es que aquellos se forman apenas en dos años, y estos en cinco. Por si fuera poco, a los de la Misión Ribas los ingresan a pesar de tener promedios más bajos que los estudiantes de los planteles mencionados.

Un estudio realizado por la UCV al respecto, y publicado por El Nacional el pasado 12 de julio, reveló que, por ejemplo, en la Escuela de Medicina se postularon 10.394 estudiantes para 215 plazas. La OPSU privilegió en un 90% a estudiantes de la Misión Ribas con promedios de 14 y 17 puntos, mientras que sólo el 10% de estudiantes sobresalientes de otros institutos públicos y privados con 19,39 puntos fueron postulados. Quiere decir que el 90% restante no fue aceptado por la oficina gubernamental.

Resulta obvio el favoritismo oficialista hacia estudiantes que se suponen afectos al régimen y que tienen menos tiempo de preparación. Y así ocurre en las demás carreras de la UCV, pues sólo se le dio cupo al 7% de estudiantes con 20 puntos de promedio provenientes de planteles públicos y privados. Y así sucede también en las demás universidades autónomas.

Resulta también demasiado obvio que así es como pretenden controlar las universidades autónomas y democráticas. Y cuentan para ello con la complicidad del Tribunal Supremo, que ha rechazado una solicitud de nulidad de esa medida y obedientemente le ha dado la razón al régimen.

Como no han podido convencer a la juventud universitaria en estos 16 años, ahora, a la machimberra quieren hacerlo clientelarmente favoreciendo a los suyos por encima de quienes tienen mejores notas para ingresar a nuestras universidades.

 @gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 14 de julio de 2015.