QUE EL PUEBLO DECIDA
Gehard Cartay Ramírez
Todos los cargos de elección
popular son revocables.
Artículo 72 de la Constitución Nacional.
La inmensa mayoría de los venezolanos exige ya una
solución democrática y pacífica a la gravísima crisis que sufrimos.
Esa solución no es otra que poner en manos del
pueblo la decisión, mediante el referéndum revocatorio presidencial. Que el
pueblo decida si salimos de Maduro y su cúpula podrida o si se le deja en el
poder. Así de sencillo.
El referendo revocatorio es un derecho
constitucional que tenemos los venezolanos para revocar a quienes ejercen
cargos de elección popular, comenzando por el presidente de la República. No es
una prerrogativa de nadie en particular, sino del pueblo venezolano. Y si se
cumplen los requisitos establecidos en el artículo 72 de la Carta Magna, nadie,
por más poderoso que sea, puede intentar anularlo, desecharlo o retardarlo.
Porque el revocatorio forma parte de la soberana voluntad popular.
Pero el régimen se opone a que los venezolanos
ejerzan su derecho revocatorio para decidir si aquel continuará al frente del
país. Saben que el pueblo abrumadoramente los echará del poder y que muy
difícilmente en las próximas décadas podrán volver al mismo por la vía
democrática. La ruina, pobreza, hambre y corrupción que han generado desde el
poder en estos 18 años es de tal magnitud que no lo olvidarán ni siquiera las
próximas generaciones.
Está muy claro que los
venezolanos ya han decidido echarlos del poder. Lo vienen demostrando los
últimos resultados electorales. Así, por ejemplo, en las elecciones
presidenciales de 2013 Maduro le sacó una “ventaja” de 1,4 por ciento a
Capriles, si es que los resultados oficiales del CNE fueran ciertos, cosa que
casi todo el mundo duda. Por si fuera poco, en la reciente elección de la
Asamblea Nacional la oposición aplastó al régimen, obteniendo las dos terceras
partes de los diputados electos.
Como lo señalara recientemente un columnista de la
prensa capitalina (Tulio Hernández, El
Nacional del 12-06-2016), el chavismo ha perdido en los últimos tres años
2.600.000 votos, a razón de 2.000 por día. Por lo tanto, no hay duda alguna de que
perderán de calle el referendo revocatorio, sobre todo cuando el país vive una
gravísima debacle, sin comida ni medicinas, en medio de una carestía y escasez
como pocas veces antes, pésimos servicios públicos, hospitales colapsados y con una inseguridad terrorífica que ya ha
asesinado más de 300 mil venezolanos.
Por eso están empeñados en bloquear el revocatorio,
así como cualquier otra salida democrática. Pretenden que están por encima de
la Constitución y de las leyes, y ya se sabe que ni ellos ni nadie lo están. Se
creen dueños del revocatorio, y su único dueño, si vamos al caso, es el pueblo
venezolano.
Por eso mismo, la cúpula
podrida madurista repite que aquí no habrá revocatorio. Su sóla mención los
tiene aterrorizados, ante el tsunami que
se les avecina y que los barrerá del poder para siempre, si Dios quiere. La
catástrofe social y económica que han producido es de tal magnitud que están
imposibilitados para resolverla de ninguna manera. La verdad es que Maduro y su
claque son el problema. Por tanto, no pueden ser la solución. Por eso hay que
sacarlos del poder cuanto antes. No hay otra opción, si queremos evitar
que Venezuela siga hundiéndose por el
despeñadero.
Por eso mismo, su CNE también
hace todo lo posible para retardar el revocatorio mediante decisiones
arbitrarias y sobrevenidas, trampas escandalosas y vulgares maniobras, sin
contar el cinismo que exhiben públicamente sus rectoras gobierneras y las
amenazas que a cada rato profieren contra la oposición. Ellas también se creen
dueñas del revocatorio y creen que pueden hacer lo que les dé la gana. La
verdad es que ni son dueñas, ni pueden hacer lo que les dé su gana. La
Constitución es más importante que ellas, si es que alguien lo duda.
En consecuencia, si el régimen y su CNE siguen
intentando bloquear esa salida democrática a la gravísima crisis nacional, o si,
por desgracia, lograran evitarlo violando la Constitución y la soberanía
popular, ellos entonces serán los únicos culpables de lo que pueda pasar en
este país, ya harto de tanta humillación y tanta incapacidad y corrupción de
quienes están en el poder.
Hay que insistir entonces en la necesidad de hacer
el referendo revocatorio para sacar a
Maduro y su cúpula podrida. Es la salida constitucional, democrática y lógica.
Que sean entonces los venezolanos los que decidan, pues son ellos las víctimas
de uno de los peores regímenes que ha padecido Venezuela en toda su historia
republicana.
Que el pueblo decida. Y punto.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 14 de junio de 2016.