HEMOS MANTENIDO
LA CONTINUIDAD ADMINISTRATIVA EN BENEFICIO DE LOS BARINESES
PALABRAS DEL
GOBERNADOR
GEHARD CARTAY RAMIREZ
AL INAUGURAR EL EDIFICIO ADMINISTRATIVO DEL GOBIERNO
REGIONAL
(Barinas, 07 de septiembre de 1995)
La importancia del presente acto, en el que estamos inaugurando el Edificio
Administrativo del Gobierno Regional, me obliga a pronunciar unas breves
palabras para resaltar la significación de esta obra, culminada por mi
administración.
Se trata, apreciados amigos y amigas, de la jerarquía que le hemos dado a
la continuidad de aquellas obras que, iniciadas por gobiernos anteriores, están
siendo culminadas, equipadas y puestas en servicio durante mi gestión
administrativa.
Y le hemos dado la importancia que merecen porque, al fin y al cabo, son
obras de beneficio colectivo, frente a las cuales no puede haber mezquindad, ni
actitudes negativas. Tampoco, desde luego, regatear los méritos de quienes las
iniciaron, ni tampoco los de quienes las concluyen.
Esa ha sido mi actitud al respecto. Tengo muy claro que sería una estupidez
absoluta paralizar una obra demandada por las comunidades ya que, en
definitiva, viene a satisfacer necesidades sentidas y urgentes. Por esa razón,
desde que asumí la Gobernación de Barinas le solicité a la Dirección de Obras
Públicas un listado de aquellas obras que venían ejecutándose para analizar las
que tenían absoluta prioridad y, dentro de la estrechez presupuestaria y
financiera que lamentablemente nos ha afectado desde entonces, inyectarle los
recursos necesarios para concluirlas y ponerlas en funcionamiento.
Como bien lo saben los barineses, luego de ganar las elecciones de Gobernador
del estado Barinas, iniciamos nuestra gestión de gobierno el tres de junio de 1993,
seis meses después de comenzada la ejecución del presupuesto de aquel año
fiscal. Esta anómala situación se produjo por cuanto en febrero de 1993,
mediante una descabellada e inconstitucional decisión, la Corte Suprema de
Justicia designó como gobernador al candidato reeleccionista que habíamos
derrotado en diciembre de 1992. Este atropello fue de una gravedad inaudita:
primero, porque el tribunal supremo no tenía ni tiene facultades para nombrar
gobernadores -y menos ahora cuando son elegidos por el voto popular-; y
segundo, porque tal desacierto no sólo violó la Constitución Nacional, sino la
propia la Constitución del Estado Barinas, al desconocer los mecanismos que han
debido ponerse en funcionamiento entonces. Lo cierto del caso es que cuando
tomé posesión del cargo, el presupuesto de la Gobernación había sido dilapidado
por el gobernador candidato nombrado por la Corte Suprema. Todo ello nos obligó
entonces a hacer los reajustes necesarios para cumplir con nuestro propósito de
iniciar entonces una obra de gobierno en beneficio de los barineses.
Entre esas medidas estuvo, como ya lo señalé, revisar las obras públicas en
ejecución, a los fines de jerarquizar su importancia y determinar aquellas que
verdaderamente tenían justificación para continuarlas y concluirlas.
Este moderno Edificio Administrativo del Gobierno Regional es una de esas
obras necesarias y útiles, y por eso hoy lo estamos inaugurando, totalmente
equipado, a fin de que entre inmediatamente en funcionamiento. Sé que hubo en
el pasado algunas críticas sobre su diseño arquitectónico, especialmente porque
no estaría en armonía con las edificaciones coloniales de esta parte del casco
histórico de la ciudad. Sin embargo, nada justificaba interrumpir esta obra o
plantearse su difícil rediseño, mucho menos pensar en una eventual demolición.
Optamos, pues, por lo más sensato: continuar su ejecución -visto que viene a
satisfacer una clara necesidad de mayores espacios para el trabajo administrativo
del Gobierno Regional- y concluirla y equiparla, tal como hoy la estamos
entregando para el servicio público.
Tendrán su asiento en estos amplios espacios las Direcciones de Seguridad y
Orden Público, de Administración, de Recursos Humanos y la Prefectura del
Municipio Barinas y la Inspectoría de Llano. Lograremos así desconcentrar el ya
vetusto Palacio del Marqués, cuyas instalaciones venían siendo sobre utilizadas
en virtud de sus modestas proporciones, de modo que allí funcionen solamente -de
ahora en adelante- los Despachos del Gobernador y del Secretario General de
Gobierno, conjuntamente con las oficinas que dependen directamente de ambos.
No podemos olvidar, por cierto, que
el Palacio del Marqués del Pumar constituye una joya de nuestra arquitectura colonial,
por lo que estamos obligados a mantenerlo y conservarlo de la mejor manera
posible. Ojalá, en un futuro cercano, el viejo palacio de don José Ignacio del Pumar,
Marqués de las Riberas de Boconó y del Masparro, pueda convertirse en la sede de
un moderno Museo de Historia Regional, tal como atinadamente lo han propuesto, entre
otros, los ex gobernadores barineses Virgilio Tosta y Luciano Valero. Mientras tanto,
desocupar algunas de sus áreas contribuirá a conservar la vieja edificación en
mejores condiciones.
Dejamos, pues, inaugurado el Edificio Administrativo del Gobierno del
Estado Barinas, en señal de eficiencia y continuidad administrativa y de que en
nuestra gestión no hay lugar para mezquindades absurdas, como esa estúpida
práctica de paralizar obras de comprobado beneficio colectivo porque fueron iniciadas
por gestiones anteriores a la del gobernante de turno.
Yo espero que hagan lo mismo quienes vengan después de nosotros.
Muchas gracias.