martes, 6 de agosto de 2013

CARADURISMO Y CINISMO
Gehard Cartay Ramírez

 Así, y no de otra manera, hay que calificar la hipocresía del régimen al promover una supuesta marcha “anticorrupción” el pasado sábado.
Oxímoron, tal vez la hubiera llamado el desaparecido Manuel Caballero, para referirse a aquello que constituye un contrasentido en sí mismo. Porque, ciertamente, ¿cómo pueden auto catalogarse como “anti corruptos” quienes han sido los corruptos y corruptores más descarados en la historia del país, desde que asumieron el poder en 1999?
Sería lo mismo que los narcotraficantes encabezaran una marcha contra la drogadicción, o que los violadores infantiles convocaran una manifestación contra el abuso de menores, por citar dos ejemplos igualmente grotescos.
¿Cómo puede, en justicia, el régimen más corrupto de la historia venezolana convocar una marcha para “protestar” contra la corrupción, mucho menos aparecer ahora como “adalides” de un movimiento para combatirla? ¿Cómo pueden presentarse en semejante papelón, luego de casi 15 años robándose los recursos públicos de los venezolanos?
¿Creerán que somos tan estúpidos para no recordar que desde 1999 en este país no actúa la Contraloría General de la República contra la corrupción administrativa, ni ninguno de sus órganos auxiliares a nivel regional y municipal? ¿Pensarán que hemos olvidado que la Fiscalía General nunca ha actuado en las múltiples acusaciones de corrupción contra connotados dirigentes del oficialismo?
Ahora resulta que para el régimen la corrupción sólo existe en la oposición, argumento necio por donde se le analice. ¡Ah, pero los multimillonarios casos de corrupción que han escandalizado al país en estos tres lustros de ladronerías chavistas, a esos no se refieren nunca y los esconden como hace el gato con sus excrementos!
Ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Pretenden ocultar la mega corrupción del régimen actual, al lado de la cual la anterior palideció. ¿Porque no actuaron a comienzos del régimen, cuando se destapó la inmensa corrupción del Plan Bolívar 2000, cuyos autores nunca fueron condenados? ¿O frente a los inmensos negociados a propósito de la nunca culminada reconstrucción del Estado Vargas, luego del deslave de 1999?
¿Y las denuncias de corrupción mil millonaria del Fondo Único Social, de Fondur, del desaparecido Banco del Pueblo (cuyo presidente se suicidó entonces), Banco Industrial, Seniat, Centro Simón Bolívar, Convenio Petrolero con Cuba, Fondo de Inversiones Macro Económicas -cuya responsabilidad fue asumida personalmente por Chávez-, la emisión y reventa ilegal de bonos de la deuda pública y pagarés, el fraude de las “notas estructuradas” del ministro Nóbrega, el latrocinio continuado del Bandes hasta hoy día, CVG, Edelca, la gigantesca partida secreta creada con el Fondo Especial de PDVSA (más los contenedores de Pdval con 200 millones de kilos de comida podrida, el desfalco al fondo de pensiones de la estatal petrolera o el robo descarado de la cúpula petrolera), los saqueos en varias gobernaciones afectas al régimen, etc., etcétera? Billones y billones de bolívares fueron robados ante la vista gorda del jefe de la robolución bolivarera y nada pasó. Todos estos latrocinios han ocurrido en los últimos 14 años, y ningún jerarca rojo rojito está preso.
Pero la cosa no paró allí. Hubo casos realmente escandalosos en la escena internacional, aunque fueran nimiedades al lado de los miles de millones de bolívares que se ha tragado la corrupción chavista hasta ahora. Recuérdese, por ejemplo, los 800 mil dólares del famoso “maletín de Antonini”, destinados a financiar la campaña electoral de la presidente de Argentina. Muchos otros maletines más repletos de petrodólares también sirvieron para pagar campañas electorales de candidatos panas del extinto en algunos países. Y varios de ellos, incluso, fueron entregados a la guerrilla colombiana, según lo revelaron los informes de las computadoras de jefe guerrillero Raúl Reyes.
Y eso para no referirnos a la descomunal corrupción subterránea estimulada por el régimen en todos estos años para asegurarse el control de mafias militares y civiles que contrabandean la gasolina en la frontera con Colombia, saquean oro y piedras preciosas en Guayana o Amazonas y manejan impunemente las redes de narcotráfico, actividades que dejan milmillonarias ganancias, ante la mirada cómplice de las autoridades.
¿Nos van a venir ahora entonces con el cuento chino de que van a combatir la corrupción? ¿Ellos, que son los principales corruptos? Y menos Maduro, que no abrió nunca la boca para denunciar y condenar todos estos casos, ¿se la va a llenar ahora hablando contra la corrupción, rodeado de los mayores saqueadores de los recursos de los venezolanos?
 LA PRENSA de Barinas - Martes, 06 de agosto de 2013.