martes, 10 de septiembre de 2013

LA CORRUPCIÓN APAGA A VENEZUELA
Gehard Cartay Ramírez
Así describió el diario español El País la crisis eléctrica que sufrimos los venezolanos, causada por una gigantesca estafa contra el país que suma cerca de 23.000 millones de dólares.
Uno lee la cifra y le parece una exageración. Lamentablemente no lo es. Y es que, de acuerdo con las denuncias del citado diario español y de la revista Semana de Colombia, si hoy asistimos a la más grave crisis del suministro de energía eléctrica que hayamos sufrido en Venezuela es porque se robaron más de 23.000 mil millones de dólares que se habrían destinado desde el año 2009 para mejorar y consolidar este servicio de primerísima necesidad.
Parece exagerada la cifra, insisto. Pero a nadie puede extrañarle: estamos en presencia del régimen más corrupto en la historia venezolana y continental. Sólo que en este caso en particular aparecen los llamados “bolichicos”, jóvenes entre 30 y 40 años, protegidos y testaferros de la cúpula podrida del chavismo, ahora convertidos en millonarios gracias a los contratos de mantenimiento de Corpoelec, sin ser especialistas al respecto.  
Sobre este tema, la revista Semana de Colombia también publicó un revelador reportaje esta semana pasada, donde detalla, pormenorizadamente, cómo se vienen haciendo milmillonarios negociados con el dinero que debió invertirse para mejorar la estructura eléctrica de Venezuela.
Revela Semana que el sistema eléctrico colapsó en 2009, luego de una década de falta de mantenimiento y de inversiones para mejorarlo. Hubo, como se recordará, racionamientos en todo el país, con excepción de Caracas. Fue cuando el régimen chavista asignó a dedo, sin licitaciones ni concursos, 12 contratos milmillonarios en dólares para construir generadores eléctricos en un plazo de 14 meses. Se dice que hubo entonces tres mil millones dólares de sobreprecio.
La empresa favorecida fue Derwick Associates -según el reportaje de la revista colombiana- cuyos supuestos accionistas son Leopoldo Alejandro Betancourt López y Pedro José Trebbau López, venezolanos residentes en Estados Unidos “que han acumulado fortunas enormes a través de un oscuro esquema para obtener contratos en materia energética en su país, en lo que no tenían experiencia alguna”, reseña Semana seguidamente.
“Una vez Derwick se ganó los contratos energéticos en Venezuela -agrega el citado reportaje-, pagó los sobornos y subcontrató empresas estadounidenses, incluidas general Electric, Pratt & Whitney y ProEnergy Services LLC, para que llevaran a cabo los proyectos energéticos”. Cita seguidamente al experto venezolano en energía, ingeniero José Aguilar, quien denuncia que Derwick Associates le ha sobrefacturado al Estado venezolano 2.993 millones de dólares”. Y agrega que “esto es solo una pequeña parte de una estafa al Estado venezolano, que supera 23.000 millones de dólares y que hoy tiene a más de la mitad del país en un apagón histórico”.
Todo esto parece increíble, insisto, en especial las milmillonarias sumas que han sido robadas a los venezolanos, pues se trata de nuestro dinero, al fin y al cabo. Sin embargo, según Aguilar, en esta colosal estafa también participan empresas argentinas, españolas, francesas, chinas, tailandesas y, como ya se ha dicho, hasta del “imperio mesmo”, como diría aquel personaje.
“Lo más increíble -agrega Semana- es que después de haber asignado o gastado más de 23.000 millones de dólares, Venezuela está más lejos que nunca de resolver su problema energético. Para muestra el apagón de este martes que afectó a más de la mitad del país”. Ante esta rotunda afirmación, ciertamente sobran las palabras y se pierde ya, amigo lector, la capacidad de asombro ante la corrupción insaciable de la cúpula podrida del actual régimen.
Por su parte, El País de España, en su edición del 05 de septiembre pasado, en un reportaje firmado por Alek Boyd, muestra su estupefacción ante la crisis eléctrica que sufrimos los venezolanos. Y no le falta razón, al señalar que el nuestro “es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa del Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo”.
 El País también reproduce las denuncias del ingeniero José Aguilar, quien agrega que las empresas contratadas, tanto nacionales como extranjeras, “no tienen la capacidad técnica de ejecutar proyectos tendientes a solventar la crisis”. Esto último, obviamente, ha quedado plenamente demostrado al efecto. Lo que sí han hecho, por lo visto, es cometer una de las estafas más grandes que hayan sufrido el Estado y el pueblo venezolano.
Mientras tanto, los venezolanos sufrimos la peor crisis eléctrica, que desmejora nuestra calidad de vida, reduce la productividad nacional y destruye millones de aparatos electro domésticos e industriales. Y el régimen, como no puede justificar tanta irresponsabilidad y corrupción, nos sale con el argumento cínico de que todo “es producto de un golpe eléctrico de la derecha”. 
 Twitter@gehardcartay

(LA PRENSA de Barinas - Martes, 10 de septiembre de 2013)