sábado, 17 de octubre de 2015

EL CAMBIO INDETENIBLE



EL CAMBIO INDETENIBLE
Gehard Cartay Ramírez
Hoy en Venezuela hay una verdad que nadie puede negar y es el deseo de cambio que tiene la gran mayoría del pueblo.
No hacen falta encuestas ni estudios de opinión para comprobarlo. Simplemente hay que escuchar a la gente, en cualquier parte y en cualquier momento. La necesidad de un cambio ya, cuanto antes, se siente en todos lados y se convierte cada vez más en un sentimiento arrollador que se llevará por delante al régimen y sus candidatos -si se cuentan bien los votos y se derrota el fraude- este domingo seis de diciembre.
En toda conversación el tema surge de inmediato. Ya sea en reuniones familiares o sociales, en la buseta de pasajeros, en la cola del cajero automático o en la del supermercado. “Tenemos que salir ya de esta pesadilla”, “Esto es insoportable” o “Hay que votar masivamente para castigar al régimen”, son, entre muchas otras, expresiones comunes de la gente, harta ya de tantos problemas por culpa de la incapacidad y la corrupción de Maduro y su claque inepta.
Todas esas protestas y comentarios revelan una profunda indignación nacional. Porque -y esto hay resaltarlo- pocas veces antes los venezolanos habían sufrido en carne propia tantos y graves problemas como ahora. Y, sobre todo, pocas veces antes habían tenido la convicción de que un régimen en concreto les hiciera tanto daño a todos, como este que ahora padecemos, por lo cual se impone su sustitución cuanto antes.
Por supuesto que todo ello es la resultante de 16 años de desgobierno y corrupción. Nunca como ahora, Venezuela tuvo un régimen tan inepto, ladrón e incapaz. Nunca como ahora, Venezuela había sufrido una situación tan desgraciada como la que ahora vivimos. Nunca como ahora, Venezuela tuvo esta clase de gobernantes irresponsables, estólidos e insensibles, incapaces de buscarle soluciones a la inmensa crisis nacional que nos acogota, precisamente a causa de los múltiples errores, desmanes y estupideces cometidos desde 1999.
Y eso que nunca antes tampoco Venezuela vivió una prolongada etapa de altos precios petroleros como en estos últimos catorce años. Mientras los gobiernos anteriores, y especialmente el último del presidente Caldera, tuvieron que vender el barril de petróleo en nueve dólares, los precios del crudo a nivel mundial en la última década le permitieron al régimen chavomadurista llegar a ganar hasta 150 dólares por cada barril. Y sin embargo, Venezuela nunca tuvo antes una situación tan calamitosa desde el punto de vista económico y social, como la que experimentamos ahora.
Por ello no tienen ninguna excusa válida que justifique su fracaso en el mejor momento financiero de la República gracias a los altos precios petroleros de los últimos años. Fue así como lograron el “milagro” de convertir a un rico país exportador de petróleo en un país arruinado, con la más alta inflación del mundo -algo inconcebible a juicio de reputados economistas-, al tiempo que los venezolanos son cada vez más pobres.
Como es lógico, la gran mayoría no quiere continuar atada a una situación tan nefasta como la de hoy. Todo lo contrario: quiere un cambio urgentemente y de manera abrumadora. Así lo reflejan todas las encuestas conocidas, al tiempo que señalan que entre el 83 y el 78 por ciento de los venezolanos considera mala la gestión de Maduro (Hercon y Keller y Asociados), de acuerdo con los resultados publicados por El Nacional de Caracas de fecha 11 de octubre pasado.
Esas mismas encuestas revelan que la expectativa de un cambio político es abrumadora entre los venezolanos: el 86,8 de ellos desean ya ese cambio en la conducción política del país, según el último estudio de Venebarómetro. Y ello en virtud de que el 89,3 por ciento considera que la situación del país es negativa. Incluso, si ahora se realizaran las elecciones presidenciales el 70,9 por ciento de los electores votarían contra Maduro, y si se convocara un refrendo revocatorio en su contra el 70,5 por ciento votaría para sacarlo de la presidencia, según la citada encuesta de Venebarómetro.
No hay entonces duda alguna del deseo de cambio que hoy caracteriza a los venezolanos. Por eso, estas elecciones del próximo seis de diciembre van a ser decisivas para abrir un nuevo horizonte político al país. Porque no sólo se elegirá una nueva Asamblea Nacional con mayoría de la oposición democrática, sino que, en paralelo, ese deseo de cambio tendrá un contundente efecto en las venideras elecciones de gobernadores y alcaldes e, incluso, como ya se señaló, en caso de convocarse un referendo revocatorio contra Maduro.
Todo indica entonces que el cambio será indetenible.    
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 13 de octubre de 2015.