BARINAS: NUEVO
ALCALDE, NUEVAS POLÍTICAS
Gehard Cartay
Ramírez
Nunca antes el municipio Barinas, al igual que todo
nuestro estado, había sido tan abandonado por las autoridades gubernamentales.
Duele decirlo, pero es una gran verdad. Y una verdad
dicha sin aspavientos opositores, ni nada que se le parezca. Es la realidad
misma la que grita esta verdad a los cuatro vientos.
La ciudad de Barinas confronta hoy gravísimos problemas
que, si bien es cierto no son nuevos, han sido profundizados por el actual
régimen en estos casi 15 años que cumplirá en diciembre.
Comencemos por la crisis de la inseguridad. Barinas es
hoy una de las ciudades más inseguras de Venezuela. Comparativamente, y sin que
esta sea una afirmación exagerada, Barinas ahora es tan violenta como Caracas o
Valencia. Quien lo dude, sólo tiene que leer
la prensa regional y contabilizar las muertes que la inseguridad desgrana cada
día. La mayoría son asesinatos cometidos por el sicariato, otros por el hampa y
algunos cuantos por eso que las fuentes policiales llaman “ajuste de cuentas”.
Únase a lo anterior, el crecimiento de robos, hurtos y tráfico de drogas, sin
faltar la arremetida de la delincuencia organizada.
Luego está el calvario de los servicios públicos. A los
“apagones” de Corpoelec -un mal nacional, como ya se sabe- se agrega el
gravísimo problema del alumbrado público de la ciudad, hoy, literalmente, en tinieblas. La gran mayoría
de sus calles y avenidas, así como el centro histórico -que ahora semeja un
conjunto de casas muertas, según la
expresión de Miguel Otero Silva-, barrios y urbanizaciones, están a oscuras. Y
si no fuera por las casas particulares, Barinas estaría sumergida en la más
espantosa oscuridad.
Otro problema insoluble bajo este régimen es el pésimo suministro
de agua potable, producto de un acueducto colapsado. Miles de barineses sufren cada día la falta del vital líquido
debido a la irresponsabilidad e incapacidad de las autoridades que deberían
haberlo resuelto hace ya bastante tiempo.
La vialidad está convertida en otro desastre. Calles y avenidas se encuentran en pésimo estado, con muy
contadas excepciones. En estos 15 años del actual régimen nada importante se ha
hecho al respecto, mientras el tránsito automotor colapsa en profundidad.
Apenas dos vías comunican el centro y sur de la ciudad con la parte alta, con
el consabido embotellamiento. Por si fuera poco, el transporte público tiene
gravísimas deficiencias, en medio de la más absoluta anarquía y falta de
conciencia ciudadana al respecto, como lo demuestran el exceso de velocidad y
la imprudencia de muchos conductores y motorizados.
La anarquía también reina en el aspecto urbano. Se
permite la construcción de nuevas edificaciones, sin prever su impacto
ambiental y sus consecuencias en materia vial. Las zonas residenciales vienen
siendo invadidas desordenadamente por actividades comerciales. Los vendedores
ambulantes continúan abandonados, en perjuicio de los peatones y del comercio
formal.
Resulta, pues, inocultable que la calidad de vida de los
habitantes de la ciudad de Barinas empeora cada día. Dramas como el colapso de
los centros de salud y del Hospital Luis Razetti, así lo demuestran. También el
aumento del desempleo y de la pobreza son serias limitantes para el desarrollo
humano integral de la capital barinesa.
Todos estos problemas, aunque en menor escala, también
existen en las parroquias del municipio Barinas, igualmente desatendidas por
los gobiernos nacional, regional y municipal.
Se necesita poner orden cuanto antes para mejorar el nivel
de vida de la gente de Barinas y demás poblaciones del municipio capital. Lo
mismo vale para el resto de los municipios del estado. Por eso es tan
importante elegir un buen alcalde y mejores concejales este domingo 8 de
diciembre.
Aquí en la capital de Barinas es necesario elegir como
alcalde a un luchador social y a un gerente que, acompañado de un equipo de
primera, sea capaz de enfrentar los graves problemas que toca resolver al
gobierno municipal.
Y esa tarea no será fácil, vistos los problemas acumulados
por la desidia e incapacidad de quienes controlan la alcaldía actualmente y la
manifiesta negligencia de los gobiernos regional y nacional al respecto. Creo
que dentro de sus competencias, el próximo alcalde, José Luis Machín, y su
equipo, deben priorizar acciones muy concretas para enfrentar los problemas de
mayor gravedad, antes descritos.
Deberán cumplirse entonces planes eficaces de
ordenamiento territorial urbano; mejorar la policía municipal y su combate
contra la inseguridad; optimizar los servicios de alumbrado público, vialidad y
transporte urbano; dotar a los buhoneros de un centro comercial para sus
actividades y devolver las aceras a los peatones; atender barrios y
urbanizaciones, así como las comunidades del municipio. Y todo ello bajo la
premisa fundamental de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Estoy seguro, porque lo conozco
desde hace tiempo, que Machín Machín como próximo Alcalde pondrá lo mejor de su
esfuerzo y voluntad para atender estas prioridades, haciéndolo acompañar por
los mejores concejales en esta compleja tarea de optimizar nuestro municipio.
@gehardcartay
(LA PRENSA de Barinas - Martes, 22 de octubre de 2013)