lunes, 29 de octubre de 2012

¡A DEFENDER LAS REGIONES!
Gehard Cartay Ramírez
La próxima elección de gobernadores tiene una importancia vital para los venezolanos.
Puede que algunos le otorguen menos trascendencia que a las presidenciales. Sin embargo, seríamos ingenuos si no nos diéramos cuenta de que en tales comicios lo que está en juego es -nada más y nada menos- que la defensa de las regiones, la descentralización y el neo federalismo.
Si a esa gente que le resta importancia a la elección de gobernadores esta advertencia nada le dice, entonces habría que recordarles que lo más próximo a las comunidades son los gobiernos regionales y locales. El presidente de la República continuará allá, en su nicho del Palacio de Miraflores, hablando cada que pueda por televisión, en esa especie de gobierno virtual que todo lo reduce a un estudio televisivo, sin contacto real con el pueblo y sus necesidades.
Las comunidades, sin embargo, seguirán abajo, sin que las atienda el régimen, ocupado como siempre con sus estúpidas aspiraciones “de salvar al mundo”, mientras hunde a los venezolanos. Seguirá, por supuesto, regalando nuestros petrodólares a otros países, intentando comprar un liderazgo internacional para el führer de Sabaneta, mientras los pobres de este país continuarán empobreciéndose aún más, pues sólo así “le sirven a la revolución”, según el inefable ministro Giordani.
Para agravar aún más las cosas, el régimen pretende constituir un supuesto Poder Comunal que nada tiene de tal. Se trata de una copia exacta de los llamados Comités Pro Defensa de la Revolución Cubana, constituidos por comisarios políticos y sapos policiales, con el sólo objetivo de vigilar a los ciudadanos y denunciarlos a las autoridades en caso de que no apoyen al régimen.
(Esta versión cubana se inspiró, a su vez, en un pervertido “Poder Popular” -que nunca ha tenido nada de tal- inventado por el dictador Kim Il Sun, de Corea del Norte, fundador de una monarquía comunista -como la cubana- que desde hace 60 años maneja ese país como una finca personal, donde ahora, por cierto, su nieto ejerce como el nuevo sátrapa. ¡Y hablan del Poder Popular con el mayor cinismo en un país oprimido por otra familia real!)
En el caso de Venezuela, el régimen ha estado ofreciendo el tal Poder Popular -aparte de haberle antepuesto el mismo término a Ministerios y demás cargos, al igual que el castrocomunismo cubano- con unos cuantos caramelos envenenados: promete una relación directa entre el Presidente de la República y los Consejos Comunales que vienen creándose. Así, desde la Presidencia se bajarán los recursos presupuestarios a los tales consejos… siempre que estén cuadrados con el régimen.
La maniobra implica “desbaratar” gobernaciones y alcaldías, como dijo hace tiempo el “sofista” Aristóbulo Istúriz, a quien ya comisionaron para “desbaratar” la gobernación de Anzoátegui, si es que llega a ganarla. Y eso significa, ni más ni menos, acabar con Venezuela como el “Estado Federal descentralizado” que define la Constitución en su Artículo 4, arrebatándole así a los ciudadanos de cada entidad federal y municipal el derecho a elegir su gobernador y sus alcaldes.
Tal es el encargo que tienen los candidatos oficialistas a las gobernaciones. Por eso son, casi todos, paracaidistas sin vinculación con los estados donde van a competir, que no conocen sus comunidades y mucho menos sus problemas. El jefe del régimen los ha nombrado candidatos (a diferencia de los abanderados de las fuerzas democráticas, elegidos por el pueblo) con el mayor desprecio por los habitantes de esas entidades.
Lo peor de todo esto es que ha echado mano de ciertos sujetos de la peor calaña, algunos de ellos criminales y ladrones impresentables, sin faltar los ineptos que, por ejemplo, hemos sufrido en carne propia los barineses desde 1999.
Los que, en mala hora, sean elegidos gobernadores irán de inmediato a Miraflores a entregar sus estados como un trofeo al jefe del régimen, y no me extrañaría que hasta lleguen a renunciar de una vez, abriendo paso al “Estado Comunal” que pondría a esas regiones bajo el dominio directo de aquel y de sus comisarios políticos, al mejor estilo cubano y norcoreano.
No cuesta mucho entonces llegar a la conclusión de que el mal llamado “Poder Popular” es un envoltorio engañoso, detrás del cual esconden un Estado Comunal que no es otra cosa que una dictadura comunista, unipersonal, autocrática y totalitaria, como las que aún existen en Cuba y Corea del Norte. Ni más ni menos, amigo lector.
Y los candidatos oficialistas a gobernadores no son otra cosa que simples Caballos de Troya que cumplirán el ominoso encargo de sepultar al Estado Federal descentralizado que consagra la Carta Fundamental de los venezolanos.
Queda muy claro entonces por qué debemos salir a votar este 16 de diciembre por los candidatos democráticos a las gobernaciones y, en el caso concreto de Barinas, por Julio César Reyes, elegido en las elecciones primarias de febrero pasado por una amplia mayoría de electores, y quien, además, ha demostrado capacidad y visión de futuro como líder emergente de nuestra región.
Porque no se trata sólo de elegirlos gobernadores, sino de darles el mandato de que defiendan la Constitución Nacional y su Estado Federal descentralizado, lo cual no es otra cosa que luchar por los intereses de las regiones, sus presupuestos, sus obras y programas sociales y la atención a sus múltiples necesidades.
¿O es que, despechados por la derrota del pasado siete de octubre, ahora también le vamos a entregar al führer sabaneteño todas las gobernaciones, traicionando así nuestro compromiso de lucha por Venezuela?
Y aquí vale la pena finalizar citando una máxima histórica: “Peor que un crimen, sería una estupidez”.



LA PRENSA de Barinas - martes, 30 de octubre de 2012.