jueves, 19 de diciembre de 2013



CORPOBARINAS: HERRAMIENTA DE DESARROLLO

DISCURSO DEL GOBERNADOR
GEHARD CARTAY RAMÍREZ
ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA, AL PRESENTAR EL PROYECTO DE LEY DE CREACIÓN DE LA CORPORACIÓN DE DESARROLLO DEL ESTADO BARINAS (CORPOBARINAS)

(Barinas, 25 de octubre de 1994)

Ciudadanos Diputados:
Con especial complacencia acudo hoy ante la Asamblea Legislativa para hacer entrega del Proyecto de Ley, elaborado por mi gobierno, que crea la Corporación de Desarrollo del Estado Barinas (CORPOBARINAS). Hago así uso de la facultad que la Constitución del Estado -en su artículo 52- confiere al Ejecutivo Regional en materia de iniciativa legislativa y, como jefe del mismo, presentar proyectos de leyes para su respectivo estudio y consideración.
Cumplo, en verdad, con una sentida aspiración de la colectividad barinesa, deseosa desde hace tiempo de contar con un organismo que planifique y promueva su desarrollo sobre la base de la bondad de sus potencialidades y sus riquezas humanas y materiales.

Nuestras potencialidades
Nadie discute hoy día la trascendencia y proyección de las posibilidades con que cuenta Barinas para alcanzar metas de progreso y desarrollo. Podríamos decir, incluso, que sus perspectivas son en este sentido verdaderamente excepcionales. En Barinas concurren un conjunto de elementos que le comunican singularidad, le abren extraordinarias oportunidades y lo sitúan en niveles por los que necesariamente debe ser tomada en cuenta a la hora en que se produzcan las más trascendentales decisiones nacionales y regionales.
Sin embargo, tampoco nadie puede dudar que es posible asegurar nuestro desarrollo en la medida en que quienes estamos comprometidos con esa tarea tengamos una elaborada, clara y precisa visión de las áreas y sectores claves sobre los cuales deben fundamentarse las acciones que impulsen ese proceso de desarrollo sostenido e indetenible.
En este sentido, debemos tomar conciencia de que Barinas es tierra abierta a las relaciones de intercambio con el resto del país e, incluso, del mundo, y también tierra de excepción para el abastecimiento de alimentos, para la producción y transformación de maderas y para el suministro de recursos hidráulicos y energéticos.
Barinas es tierra de ciudades y pueblos en pleno proceso de crecimiento y expansión; de ubicación estratégica por la cercanía a la frontera y por ser paso obligado de bienes y personas provenientes de las zonas andinas, de los estados llaneros vecinos, del centro del país y del oriente colombiano.
Particular interés, en este sentido, nos muestra la privilegiada ubicación geográfica del Estado Barinas, por cuanto -insisto- se encuentra en contacto permanente con las regiones andinas, por ser receptor de su población y tránsito de sus productos, y también por estar en inmediata relación con los llanos venezolanos y, a través de estos, con el centro y el oriente del país.
Barinas es centro vital de laboriosos trabajadores y porfiados empresarios, cuyos frutos provenientes del esfuerzo cotidiano se transforman y distribuyen a lo largo del territorio nacional y fuera de las fronteras de la patria. Barinas es tierra fecunda, a cielo abierto, para la inversión y la generación de riqueza, propicia para la iniciativa privada y, desde luego, espacio de compromiso para quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones, proporcionar recursos y crear estímulos adecuados, de manera de otorgarle a la población niveles de bienestar cónsonos con las nuevas realidades.
El Estado Barinas es la sexta entidad regional si se la compara con la extensión territorial de los demás estados del país. Su superficie es superior incluso a la de muchos países, como Israel, Bélgica, Kuwait, Líbano, El Salvador, Puerto Rico, Antillas Holandesas y Albania, por ejemplo, sin dejar de lado la circunstancia de que la tierra barinesa contiene mayores riquezas naturales renovables y no renovables, todo lo cual revela nuestras extraordinarias potencialidades, situación que, por lo demás, debe ser ineludiblemente tomada en cuenta por quienes trazan las estrategias de desarrollo nacional y regional.
El Estado Barinas, a su vez, es puerta de entrada y salida hacia el oriente colombiano de importantes flujos de bienes, servicios y personas, todo lo cual reafirma, una vez más, su condición estratégica en sus relaciones de intercambio. Esta posición de privilegio se potencia cuando se observan las facilidades que tiene para incorporarse a importantes redes de comunicación de tipo terrestre, fluvial y aéreo que lo pueden poner en contacto con el resto del país y del mundo.
En un modelo mundial de competencia y especialización como el actual, el escenario internacional es propicio para colocar los productos que tradicionalmente ha venido produciendo el Estado Barinas. El plátano y el cambur, los frutales, el cacao y el café, los cereales y las oleaginosas, la carne vacuna y sus derivados, entre otros, tienen claras perspectivas de ser colocados en países asiáticos como Japón, Taiwán, Corea, Singapur o el actual protectorado inglés de Hong Kong, mercados que continuamente manifiestan su interés por este tipo de productos, junto con los Estados Unidos y países europeos.
Comentario especial merecen la madera y sus productos industriales, los cuales no sólo participan de un amplio mercado interno sino que, además, la demanda mundial le ofrece perspectivas ilimitadas. Los barineses hemos tenido en la madera un producto de alta calidad y -hasta hace pocos años- abundante en nuestras selvas y reservas forestales. Hoy lamentablemente se está agotando, como consecuencia de la explotación indiscriminada, la tala y la quema. Sin embargo, nuestra reserva maderera puede ser procesada y comercializada con racionalidad, resembrando los bosques, combatiendo su explotación criminal e impidiendo la tala y la quema. De manera que, en estos términos, podamos seguir comercializándola y, sobre todo, manufacturándola en nuestra región. Sólo así, creando conciencia, haciéndola objeto de una atención preferencial y de una cuidadosa planificación, podremos evitar su agotamiento o inadecuado aprovechamiento, como en efecto viene sucediendo.
Pero, además, no solamente deben tomarse en cuenta las posibilidades que ofrece el mercado internacional para colocar nuestros productos regionales, sino también los beneficios adicionales que para la experiencia de productores e instituciones comprometidas con el desarrollo científico/tecnológico suponen los aportes científicos y los adelantos tecnológicos que nos pueden suministrar otros países, a través de estas relaciones de comercio e intercambio. Se trata, en efecto, también de una vía para modernizar procesos productivos.
Otros rubros de la agroindustria y de las ramas metal mecánica ofrecen oportunidades cada vez mayores para ser colocados, en condiciones ventajosas, a nivel mundial y particularmente en los países caribeños y signatarios del Pacto Andino.
El petróleo y el gas, aunque forman parte de los recursos estratégicos del país, manejados por el Estado Venezolano con exclusividad, tienen en el Estado Barinas importantes reservas en el subsuelo que constituyen un rico potencial y fuente de valor agregado en términos de empleo, servicios y otras beneficios para la economía regional.
No entender la dimensión de Barinas en un ámbito de mayor envergadura es circunscribirse a un simple parroquialismo y a un regionalismo absurdo, producto de miras de muy corto alcance. Lo que está planteado es proponerse metas más altas, objetivos de mayor alcance, que dejen atrás el anacronismo, el conformismo y las limitaciones que por años nos han trasmitido liderazgos mediocres, ineptos e ignorantes, sólo motivados por su enriquecimiento y ambiciones personales.

Nuestras limitantes
Lamentablemente, al lado de nuestras potencialidades extraordinarias coexisten también absurdas limitantes.
Resulta un contrasentido, una paradoja llena de cinismo e injusticia, que siendo Barinas una entidad de tantas riquezas y posibilidades,   haya crecido en todos estos años una penosa situación de pobreza y miseria extremas entre la mayoría de sus habitantes, situación que ha debería llenar de vergüenza a quienes han conducido la región.
Y es que esta ha sido la primera y fundamental limitante del desarrollo regional: la conducción de un liderazgo sin sentido de grandeza, más preocupado de su provecho personal que del destino colectivo de los barineses. La abulia, la mediocridad, la corrupción y la falta de grandes objetivos detuvieron a Barinas durante décadas, sin reparar el daño ocasionado a nuestra región. Así, mientras otras entidades federales  entraban en una fase superior de participación comunitaria y de formulación de proyectos y de metas de desarrollo regional, el Estado Barinas permanecía al margen de los cambios nacionales, atado a concepciones de gobierno más propias del siglo XIX que de este siglo XX que ya va a culminar en apenas seis años.
A quienes, por fuerza de los hechos, tenemos ahora que heredar esa falta de grandeza y de responsabilidad que afectó a los dirigentes barineses por años, la misma nos debe llenar de estupor y de indignación: pobreza en aumento alarmante y escandalosa, economía deprimida crónicamente, crisis de la salud, desempleo sostenido, precarias condiciones de los servicios públicos, ausencia de inversiones, liderazgos ineptos y anomia institucional, entre otras limitaciones para la región.   
El mayor problema de todos, insisto, es la pobreza, acentuada dramáticamente en el último decenio entre 1982 y 1992. Según cifras suministradas por FUNDACREDESA este problema afecta a más del 82 por ciento de los barineses, cuyas condiciones socioeconómicas son calificadas de precarias, con la que circunstancia agravante de que más del 40 por ciento de la población se ubica en un grupo de pobreza extrema. La propia Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI) reafirma los datos de FUNDACREDESA cuando sitúa al Estado Barinas dentro de los estados que presentan niveles de pobreza superiores a la media nacional, colocándolo en el puesto ocho (8) entre veintidós (22) estados del país, ordenados –de acuerdo con este problema- de mayor a menor. La OCEI señala concretamente que en 1990 –hace apenas cuatro años- cuarenta mil cuatrocientos veintiocho (40.428) hogares barineses -más de doscientas mil (200.000) personas- no satisfacían sus necesidades básicas, particularmente en lo que se refiere a viviendas inadecuadas, catalogadas así por carecer de servicios indispensables, presentar hacinamiento crítico, bajo nivel de instrucción y alta dependencia económica.
La desnutrición es otro grave problema que merece especial consideración. El Estado Barinas acumula hoy cifras alarmantes en este sentido, sin que nada serio se haya hecho a nivel regional para neutralizar esta desgraciada situación que sufren importantes sectores de su población, especialmente los sectores lactantes, preescolar y escolar. Las cifras del año 1992, aportadas por el Instituto Nacional de Nutrición, indican que la entidad ocupa el primer lugar en desnutrición aguda, específicamente en el nivel que agrupa a los niños de preescolar entre dos y seis años y en el escolar de siete a catorce años, indicando, además, que el 24,22 por ciento de los niños menores de 15 años presentaron algún grado de desnutrición, cifra que duplica el promedio nacional. En relación al indicador peso/edad, Barinas presenta una situación preocupante por cuanto el 35 por ciento de los niños tiene pesos y tamaños menores que los promedios nacionales, lo cual coincide con los porcentajes de los sectores ubicados en los niveles de pobreza crítica.
La pésima calidad de la educación y de los servicios de salud educación constituye otra gravísima limitante. En cuanto a la primera, los niveles de analfabetismo están por encima del 20 por ciento, cifra muy superior a la media nacional. La educación formal, por su parte, adolece de graves fallas, debido a que la gran mayoría de su personal no está graduado al efecto y gran parte de los planteles escolares se encuentran en muy precarias condiciones físicas y de dotación Y en cuanto a la salud, la deficiente prestación de servicios sobre todo en atención primaria y secundaria, así como en los de medicina especializada, son ciertamente agobiantes para una población pobre y enferma en la mayoría de sus estratos. La red de ambulatorios y hospitales no funciona a cabalidad, mientras crecen las enfermedades prevenibles, no existen programas de saneamiento ambiental y la debilidad estructural de la atención materno infantil son todos problemas que inciden negativamente en la salud de la mayoría de la población, especialmente entre las madres, niños y ancianos.
Los proyectos de desarrollo agropecuario de Boconó/Masparro, Santo Domingo y Uribante /Caparo siguen inactivos, mientras la comercialización de nuestros productos no funciona a plenitud, continúa estancada la actividad industrial, permanece todavía la baja productividad agropecuaria, así como los conflictos de uso por la tenencia de la tierra, la explotación irracional de las reservas forestales, la inexistente vialidad agrícola y la agresión sistemática al medio ambiente, la inseguridad generalizada, tanto jurídica como de las personas y bienes de los barineses, la inexistencia de obras de infraestructura necesarias, el fenómeno recurrente de las inundaciones y la descoordinación entre los distintos organismos de la Administración Pública, son, entre otros, graves limitantes para el desarrollo regional.
Finalmente, debo plantear un problema crucial y fundamental: el Estado Barinas ha permanecido marginado durante varias décadas en relación al país. Nuestra entidad ha sido escasamente valorizada por lo que se refiere a su alto potencial productivo y a las necesidades que presenta desde el punto de vista socio-económico. Barinas ha sido discriminada, al igual que otras entidades similares, debido a la injusta e irritante distribución de los recursos nacionales atendiendo exclusivamente a los datos de población, sin considerar otros registros, entre ellos, su potencial económico, su ubicación geopolítica y sus problemas estructurales. Así, Barinas ha recibido anualmente durante mucho tiempo menos del uno por ciento del presupuesto de la Nación, a pesar de ocupar el 3.86 por ciento del territorio venezolano y poseer un 2.4 por ciento de su población.
Ha llegado el momento de que la colectividad barinesa se ponga de pie para protestar tamaña injusticia y de exigirles a nuestros representantes ante el Congreso de la República que asuman el compromiso de combatirla, terreno que hoy está abonado por el avance y el empuje del vigoroso movimiento de descentralización y regionalización que se desarrolla en el país.  

CORPOBARINAS: herramienta del desarrollo regional
Toda esta realidad descrita anteriormente, integrada tanto por sus potencialidades como por sus limitantes, requiere un manejo técnico y administrativo coherente y sostenido, desterrando definitivamente la improvisación, la demagogia y el clientelismo político que, hasta ahora, han caracterizado el funcionamiento de los gobiernos regionales y locales, con las escasísimas excepciones que confirman la regla general. 
No podremos avanzar hacia el cambio profundo de los niveles de calidad de vida de los barineses y ofrecerles mejores oportunidades sino establecemos mecanismos eficaces de planificación que permitan un diagnóstico y un tratamiento adecuado de nuestras potencialidades y debilidades, así como también de una estrategia de mediano y largo alcance.
Por eso nace CORPOBARINAS. Yo diría que nace por una razón afirmativa y no, como se ha especulado, porque queremos simplemente romper con un esquema de regionalización que poco o nada ha significado para Barinas. Se trata, en definitiva, de hacer uso de nuestro derecho a planificar el futuro de la región sin intermediarios de ninguna especie y con toda la fuerza de que a capaz nuestra barinidad.
Sería necio, por supuesto, ocultar que este sentimiento afirmativo nace después de una profunda toma de conciencia de la sociedad civil barinesa. Han sido largos años de discriminaciones y menosprecio, y también -por qué no decirlo- de intentos sibilinos de dominio y penetración de ciertos elementos económicos poderosos de la región andina. Tampoco sería honesto negar que bajo el actual esquema de planificación del país, el Estado Barinas siempre haya sido la parte menos compensada de la llamada Región Andina, a pesar de ser la entidad de mayores riquezas naturales y también la de mayor extensión territorial, si se la compara con Táchira, Mérida y Trujillo. Esto es tan cierto como que Barinas se ha convertido en los últimos años en una zona receptora de amplios contingentes humanos provenientes de la zona andina, y los cuales se han incorporado activamente al proceso productivo con su reconocida laboriosidad, iniciativa y capacidad para generar riqueza y desarrollo.
En consecuencia, como bien lo señala la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley que hoy someto a la consideración de ustedes, compete al Estado Barinas la planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral. Así lo señala expresamente la Constitución vigente del Estado en su artículo 24, cuando establece que: “Son de la competencia del Estado también aquellas calificadas como concurrentes entre los niveles del Poder Público que establece la Constitución Nacional y cuyos servicios específicamente se señalan el Artículo 4 de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público”. Este artículo, a su vez, señala -entre los servicios que serán transferidos progresivamente a los Estados- “la planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral”.
Pudimos haber creado, por vía de Decreto, previa aprobación de la Asamblea Legislativa o de su Comisión Delegada, una Fundación, Empresa del Estado o Asociación Regional. Pensamos, sin embargo, que la alternativa más viable es la creación, mediante una ley especial, de una Corporación para el Desarrollo del Estado Barinas, con sus funciones bien definidas y dotada de los recursos que amerita para su cabal funcionamiento.
Simultáneamente, mi gobierno gestionará ante el Gobierno Nacional -dando cumplimiento a la Ley que rige la materia- todo lo relativo a la transferencia de los bienes y recursos financieros que nos corresponden y que hoy están en poder de otras Corporaciones Regionales, a los fines de adscribirlos a CORPOBARINAS, por ser de ahora en adelante el órgano que esta entidad federal ha creado para ejercer tales competencias y servicios.
Queda claro entonces que el Estado Barinas es competente en materia de planificación, coordinación y promoción de su propio desarrollo integral, que sus instrumentos legales facultan tanto a la Gobernación del Estado como la Asamblea Legislativa para crear los servicios que exige esta competencia y que los servicios que presta el Poder Nacional, en lo referido a esta materia, relativos a nuestra entidad federal, puedan ser transferidos al Estado Barinas.
Queda ahora por analizar la conveniencia de la creación de este servicio y los detalles de su organización. En cuanto al primer punto, no existe duda alguna en los sectores representativos del Estado Barinas de que ya es hora de asumir de una vez por todas la responsabilidad de su propio desarrollo. La comunidad barinesa siente que tiene los elementos suficientes para ejercer plenamente la tarea de planificar, coordinar y promover su propio desarrollo, apoyada, claro está, en los órganos de Poder Nacional y de conformidad con las leyes de la materia.
En Barinas existe hoy una vanguardia organizada de políticos, líderes comunitarios, profesionales, intelectuales, empresarios, productores agropecuarios, deportistas y dirigentes gremiales con elevada conciencia sobre su actuación en el desarrollo regional. Cuenta con una universidad especializada en la cuestión agraria y social, además de diversos centros de educación superior, con instituciones de estudios e investigación, con una Iglesia de avanzada, con grupos culturales de prestigio nacional y con una red de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, que sirven de base a su capacidad plena para asumir la responsabilidad de planificar y promover su propio destino como colectividad.
Por otra parte, y como ya lo dije anteriormente, no ha sido feliz la planificación, coordinación y promoción del desarrollo barinés desde el Poder Central, aún cuando se cuenta con entes descentralizados como la Corporación de Los Andes y la Corporación Venezolana del Sur Oeste Andina. En efecto, Barinas todavía forma parte de la Región de los Andes, que abarca los Estados Mérida y Trujillo, y que antes estaba integrada además por el Estado Táchira, pero un movimiento de sus fuerzas vivas determinó la creación de la nueva Región Sur Oeste Andina y de su Corporación. A esta región fue sumada una importante porción del estado Barinas, como lo es el Municipio Ezequiel Zamora, seccionando así irracionalmente el territorio barinés.
La actual existencia de las regiones administrativas y de sus órganos institucionales está desfasada de la nueva realidad nacional. La evolución del sistema político venezolano consolidó a los estados como los ámbitos territoriales para la planificación y promoción del desarrollo regional y, por lo tanto, aquellas instituciones supraestadales y esas corporaciones regionales han quedado como una importante experiencia histórica que debe ser profundamente revisada. La elección popular de los Gobernadores y Alcaldes legítima de manera sustantiva a los primeros, que pasan a ser -con el apoyo de los segundos- los llamados a ejercer el liderazgo del desarrollo de sus regiones.
Hoy las verdaderas regiones son los Estados Federales y la verdadera política de desarrollo regional es la descentralización, y no otra. Por ello existe una definitiva tendencia a entregar a las entidades regionales estas competencias, y ya son diversas las entidades que cuentan con sus entes de promoción del desarrollo.
Por todas estas razones, como Gobernador del Estado Barinas, presento a consideración de la Asamblea Legislativa el Proyecto de Ley que crea la Corporación para el Desarrollo del Estado Barinas (CORPOBARINAS), concebida como un instituto autónomo, adscrito a la Gobernación del Estado Barinas, con personalidad jurídica y patrimonio propio, distinto e independiente del Fisco Regional. Su objeto es la planificación, coordinación y desarrollo del Estado Barinas. Su dirección y administración está conferidas a dos instancias: El Consejo General, integrado por representantes de diversas instituciones públicas y privadas de la región, y el Directorio Ejecutivo, compuesto por cinco (5) integrantes con dedicación a tiempo completo.
El financiamiento de esta entidad provendrá fundamentalmente de los recursos del Estado Barinas; de la transferencia que reciba como consecuencia de la descentralización de estos servicios que actualmente presta el Poder Nacional; los que provengan de las actividades de la propia Corporación y los de cualquier otra fuente legítima.
CORPOBARINAS estará sujeta al control, vigilancia y supervisión de la Contraloría general del Estado, mediante el Reglamento General de la presente Ley que dictaré como Gobernador en su oportunidad.

Ciudadanos diputados:
Con legítimo orgullo cumplo gustosamente este deber de barinés y esta promesa como Gobernador electo por su pueblo.
Sería hipócrita si no dijera que muchas veces imaginé este momento. Doy gracias a Dios por haberme permitido cristalizarlo. Sé que los barineses de hoy y de mañana nos agradecerán esta nueva iniciativa que hoy presentamos a la Asamblea Legislativa. En manos de ustedes, señores diputados, está ahora la responsabilidad de dar vida a CORPOBARINAS, ojalá que en breve tiempo y luego de una fecunda discusión con todos los sectores de la comunidad regional.
Los nuevos líderes que hoy conducimos a Barinas queremos recuperar el tiempo perdido y saldar la gran deuda histórica que a su pueblo no le cancelaron quienes nos antecedieron.
Queremos ponernos a tono con los nuevos tiempos. Sentimos la urgencia de apurar el paso para que Barinas no siga a la zaga y pueda convertirse en tierra de progreso y desarrollo.
Lo lograremos, si así lo queremos. Y estoy seguro de que, Dios mediante, así será.
Muchas gracias (Aplausos).
                                         
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El proyecto de Ley de Creación de CORPOBARINAS nunca fue aprobado por la Asamblea Legislativa y el gobernador siguiente desechó la idea.