UNA OPORTUNIDAD PERDIDA PARA BARINAS
Gehard Cartay Ramírez
Ya nadie duda hoy en día que la presencia de la familia Chávez en el
poder durante dos décadas se convirtió en una extraordinaria oportunidad
perdida para Barinas.
Por donde se le analice, medidos tanto por el largo tiempo en que han
ejercido la Gobernación del estado como por los cuantiosos recursos que han manejado
en estos casi 20 años -todo ello sin mencionar que durante la mayor parte de
sus gestiones los gobernadores Chávez eran padre y hermano del entonces
presidente de la República-, fácilmente se puede llegar a la conclusión de que
sus gestiones han estado por debajo de las expectativas que crearon en su
momento.
Cuando uno y otro fueron elegidos y reelegidos (el
padre en 1998, 2000 y 2004; el hermano mayor en 2008 y 2012), la mayoría de
quienes votaron por ellos lo hicieron pensando que “Barinas saldría ganando”, dados
sus vínculos familiares con el barinés Hugo Chávez Frías, entonces todo
poderoso presidente de la República en una época de bonanza financiera que
nunca antes vivió Venezuela.
Porque era lógico suponer que la elección del padre y luego del hermano
mayor como gobernadores de Barinas podía ser beneficiosa para la región. Eso no
tiene discusión, sobre todo si se toma en cuenta que cada presidente, a su
turno, ha hecho cosas importantes por su terruño natal.
Sin embargo, en el caso de los Chávez, su elección no resultó tan
auspiciosa como lo esperaban sus paisanos. No puede olvidarse que Chávez fue el
primer presidente barinés titular de la historia. Antes hubo algunos encargados
provisionalmente, pero nunca un nativo de Barinas ocupó la primera magistratura
nacional por tan largo tiempo y con tanto poder y recursos financieros. Apenas
el general Juan Vicente Gómez lo supera como el presidente que más tiempo
estuvo en el poder, veintisiete largos años.
De modo que, desde este punto de vista, los barineses
tenían lógicas expectativas con la elección del teniente coronel Chávez Frías
como presidente de la república. Lamentablemente, esas esperanzas se esfumaron,
no sólo en Barinas, sino en toda Venezuela. Así se perdió una oportunidad
extraordinaria, no sólo para trabajar en función de sus promesas electorales,
sino también para haber iniciado una nueva era de progreso y desarrollo en
nuestro devenir histórico y especialmente en su región.
El balance, a nivel regional en estos casi 20 años, es
realmente pobre: lo más destacado en materia de obras tal vez sean el central
azucarero de Sabaneta, nunca concluido, ni puesto en marcha; la terminación del
hospital Materno Infantil, iniciado por mi gobierno en 1994; el nuevo estadio La
Carolina (lamentablemente construido donde estaba el anterior, con lo que
perdimos una instalación deportiva que aún tenía muchos años de utilidad en el
futuro) y algunos programas de vivienda. De resto, no hay más nada importante
que resaltar.
La verdad es que a pesar de todo este prolongado tiempo y de la cantidad
de recursos mil millonarios que han manejado, se puede concluir que no existe,
realmente, una obra de gobierno como la que esperaba el pueblo de Barinas con
la familia Chávez al frente de la gobernación. Y es que no hay otra forma de
explicar la eficacia o ineficacia de un gobierno, como no sea analizando su
tiempo y los recursos de que dispuso.
Porque, desgraciadamente, esa ineficacia chavista ha multiplicado los
graves problemas de Barinas entre 1999 y 2017. Hoy la región se encuentra
azotada por la pobreza crítica, la marginalidad, el desempleo, la ruina de la
producción agropecuaria, la pésima vialidad rural, la inseguridad, los
ineficientes servicios públicos, la escasez de agua potable y de energía eléctrica,
entre otros problemas que no fueron enfrentados ni resueltos desde 1999 hasta
hoy.
La permanencia del maestro
Chávez y su hijo Adán por 19 años, a la que ahora hay que sumar la actual gestión
de otro de sus hijos, equivaldría a cuatro períodos constitucionales de la República
Civil, por ejemplo, entre 1958 y 1978, durante los cuales Barinas tuvo doce
gobernadores adecos, copeyanos e independientes y una obra que mostrar.
Al estilo de un feudo de la Edad Media, la familia Chávez ha gobernado
casi 20 años y hoy Barinas está peor que antes. Por eso, mucha gente atribuye
el reciente “triunfo” del Chávez de turno como gobernador a las conocidas maniobras
del CNE, y no a la voluntad mayoritaria de los barineses, quienes no tienen
ninguna razón para prorrogar el mandato de aquellos que los han arruinado en
estos 20 años nefastos.
@gehardcartay
LA PRENSA de Barinas (Venezuela) - Martes, 10 de abril de 2018.
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