sábado, 19 de octubre de 2013


GOBERNAR PARA LA GENTE

DISCURSO DE TOMA DE POSESIÓN DE
GEHARD CARTAY RAMÍREZ
COMO GOBERNADOR DEL ESTADO BARINAS, ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA EL DÍA 3 DE JUNIO DE 1993.


Barineses, barinesas:
Por decisión soberana del pueblo barinés y consciente del compromiso que se me ha encomendado, comparezco ante la Honorable Asamblea Legislativa a los fines de que se me tome el juramento de ley como Gobernador del Estado, electo por voluntad popular el pasado domingo 30 de mayo.
Sé cuánto significa este momento, no sólo en lo personal, sino para los barineses que me han depositado su confianza y su abrumadora generosidad. Sé que miles de esperanzas están cifradas en la gestión que voy a comenzar. Por esto mismo, como buen llanero, trataré de estar a la altura del compromiso asumido, entregando todos mis esfuerzos a tiempo completo para dirigir un gobierno cuya filosofía no será otra que la de servir a la gente.
La tarea se presenta difícil pero fascinante, compleja pero tentadora, grave pero posible. Lo accidentado que ha resultado este proceso que apenas acaba de concluir el pasado 30 de mayo, como bien lo conocen Barinas y el país entero, me obliga a iniciar mi gestión cinco meses después de comenzado el actual período de gobierno regional. Se ha perdido un tiempo precioso y seguramente conseguiré un presupuesto altamente comprometido y ejecutado en su mayor parte, cuya elaboración, por lo demás, no refleja las prioridades de mi gobierno ni tampoco la visión que particularmente tengo de lo que debe hacerse en función del desarrollo regional. Al pueblo de Barinas, en su momento oportuno, daré información detallada y cierta de la situación administrativa y fiscal en que recibiré esta tarde la Gobernación del Estado.
Como Gobernador electo por el pueblo reitero una vez más mi disposición de trabajar en función de los mejores intereses de la región, más allá de las limitaciones y problemas a que me he referido. Vivimos tiempos de cambios e innovaciones y los gobernadores debemos convertirnos definitivamente en los promotores de nuestras entidades ante el Poder Central, no limitándose a ser simples administradores, sino asumiendo los desafíos con coraje y denuedo, y abriéndonos hacia todos los sectores de la sociedad civil en procura de su efectiva participación.
Me propongo actuar dentro de una dinámica que promueva a Barinas como una región apta para la inversión y el desarrollo integral. En este sentido, haré todo cuanto sea posible para atraer hacia nosotros a quienes desean participar en la lucha por su progreso y bienestar colectivos. Nos haremos presentes en todos los escenarios donde debamos llevar nuestros planteamientos y traeremos a la región las iniciativas que se correspondan con este propósito.
He dicho que vamos a hacer un gobierno que se ocupe de la gente. El mayor reclamo que escuché en mi campaña electoral fue aquél que hacía la gente más humilde, quejándose del abandono y la indiferencia a que han sido sometidos por quienes los gobernaron hasta hoy. La tarea de gobernar es un servicio público y no un rito burocrático y concupiscente. Al lado de la obra material que todo gobernante adelanta en su afán de trascender existe también la obligación de servir a la gente, de atender sus problemas y tramitar sus soluciones, sean positivos o no sus resultados.
Dentro de esta concepción de gobernar comprometo mi esfuerzo y el de mis colaboradores, en la idea de prestar la debida atención a todos los sectores de la sociedad barinesa. Mantendremos un permanente contacto con ellos, de modo que exista una relación franca y fluida entre todos. Y reitero que dedicaremos especial atención a los sectores más humildes de nuestra población, con los cuales mantengo un compromiso prioritario.
Trabajaremos en función de las extraordinarias posibilidades y potencialidades de nuestra región. Barinas reúne excepcionales condiciones desde todo punto de vista. Tenemos tierras aptas para la producción agropecuaria, agua abundante, riquezas forestales y, por sobre todo, un pueblo honesto y trabajador. Lo que nos ha faltado en estos tiempos es un liderazgo con deseos de trascender, capaz de aglutinar a todos en la empresa del desarrollo regional y, desde luego, protagonista de primer orden en la ejecución de un programa que aproveche las ventajas comparativas de que disponemos.
La nota común de toda esta iniciativa tiene que ser la de la convergencia de esfuerzos y voluntades en torno a un proyecto común. Ya no podemos seguir aceptando que persista lo que nos divide por sobre lo que nos une. Converger alrededor de un objetivo superior, sin mayores diferencias de fondo y con una conciencia clara de los fines perseguidos, constituye, a mi juicio, el más fascinante desafío que ahora se nos formula a los barineses.
Como Gobernador del Estado haré en este campo un esfuerzo especial. Mi candidatura encarnó un proyecto cierto de unidad regional, en torno al cual se sumaron distintos sectores de la vida política, económica, social, cultural y religiosa. Mi gobierno, por tanto, será un gobierno de unidad regional, integrado de manera amplia, sin sectarismos ni discriminaciones.
Ofrezco un gobierno transparente y honesto. Mi lucha en este sentido, librada en la plaza pública, en los medios de comunicación, en los tribunales y en el parlamento, continuará ahora con mayor fuerza como gobernante. Voy a predicar con mi ejemplo personal y así también se lo exigiré a mis colaboradores, siendo la honestidad junto a la capacidad los únicos requisitos para ejercer funciones públicas en mi gobierno.
Venezuela y Barinas reclaman gobiernos honestos y limpios de toda mancha. La corrupción ha sido una limitante muy fuerte para el desarrollo de nuestros pueblos en la misma medida en que ha producido efectos sociales y económicos contraproducentes. Una obra mal hecha en función de garantizar el pago de una comisión a quien la otorga, costumbre arraigada, hasta ahora, en nuestro medio, perjudica a la comunidad que inicialmente sería servida por aquella. Así, reiteradamente, se han producido graves males a las colectividades que reclamaban obras de beneficio comunitario cuando, al final, la corrupción terminó restándole calidad y eficiencia a las mismas. Tengo el compromiso de luchar activamente para liquidar tales prácticas y erradicarlas de manera definitiva.
Ofrezco un gobierno que trabaje dinámica y eficientemente por la descentralización. Presentaré, a corto plazo, proyectos concretos en las áreas de la salud, educación y recursos forestales. Soy un convencido defensor de la transferencia de competencias del Poder Central a las gobernaciones y de éstas a los gobiernos municipales. Vamos a trabajar conjuntamente con los alcaldes, a los fines de ejecutar programas comunes con el decidido apoyo del gobierno regional en la búsqueda de una verdadera colaboración y mancomunidad.
Ofrezco un gobierno de prioridades. Dije reiteradas veces en la campaña electoral que gobernar significa establecer prioridades. La difícil situación económica y social de Barinas, tal vez una de las más difíciles en su historia, obliga a hacer un especial énfasis en las áreas agropecuarias, de viviendas, servicios públicos y atención a los sectores desposeídos.
No puedo dejar de lado, en este momento cuando asumo como gobernador, los alarmantes índices estadísticos según los cuales el Estado Barinas ocupa actualmente el primer lugar en desnutrición infantil, el segundo en pobreza crítica, el último en rendimiento escolar, con una elevada tasa de desempleados (más de cien mil, según la CTV de Barinas), con sus servicios públicos descalabrados y con su actividad agropecuaria al borde de la quiebra. Esta es la pesada herencia que ahora recibo de mi antecesor, no obstante el derroche milmillonario de recursos que hubo durante su fracasada gestión gubernamental.
Un panorama desolador como el descrito anteriormente obliga a  hacer un gobierno de prioridades. Y esa es mi principal preocupación desde ahora. Vamos a tomar una serie de medidas en defensa del sector agropecuario, poniendo especial atención en la búsqueda  de recursos para enfrentar el caótico problema de la vialidad agrícola, totalmente deteriorada ahora, y la falta de financiamiento a nuestros productores, a quienes he prometido la creación de un fondo regional a tales efectos.
Un esfuerzo especial dedicaremos al problema de la vivienda, así como al drama de los servicios públicos, primordialmente la falta de suministro de agua, el transporte público y la pésima atención en materia de salud. Y, desde luego, realizaremos un trabajo coherente y realista para poner en ejecución programas de economía popular y familiar, con la participación del sector público y en lo posible también del sector privado. De esta manera, ayudaremos a los pequeños y medianos artesanos e industriales, así como a la noble tarea de la microempresa familiar.
Al lado de estas prioridades, también dedicaremos atención especial a la educación, la cultura, el turismo y el deporte. Me propongo obtener financiamiento de organismos internacionales para rescatar la infraestructura educativa, hoy prácticamente destartalada, y a impulsar un agresivo programa de capacitación de nuestros docentes. Igualmente, adelantaré un vigoroso programa de animación cultural para sacar a este sector de la postración a que la han sometido recientemente gobernantes regionales que siempre lo han despreciado. En cuanto al turismo, me comprometo solemnemente a impulsarlo, para lo cual crearé la Corporación Barinesa de Turismo.
Y en cuanto al deporte, debo recordar que tenemos un gran compromiso con el país, habiendo hasta ahora fracasado en el mismo, y debo decirlo con profunda pena y vergüenza ajena: la celebración de los IX Juegos Nacionales Deportivos, cuya fecha inicial era agosto de este año, teniendo que ser pospuestos porque el gobierno que hoy muere no fue capaz de adelantar las obras ni tampoco el cronograma organizativo. Yo asumo ante Venezuela y Barinas la responsabilidad de salvar esos juegos y me comprometo a realizarlos brillantemente en abril del próximo año. A tales efectos, tan pronto asuma el cargo designaré un nuevo Comité Organizador de los Juegos (JUDENABA 94), con gente capaz y dinámica, a los fines de honrar el compromiso de ser una digna sede de tan importante evento.
Barineses; barinesas:
Al asumir la Gobernación del Estado Barinas pido a todos su colaboración y ayuda ante la compleja y difícil tarea que nos corresponde. Por mi parte, ofrezco toda mi capacidad y energía, mi voluntad entera de lucha y constancia, para trabajar activamente en la construcción de los propósitos anunciados.
Estoy conciente de la magnitud del compromiso asumido con mi pueblo, a quien agradezco haberme hecho su gobernador en los próximos años, y también conozco las dificultades iniciales que me esperan. Pero anuncio igualmente, con optimismo realista y razonable, que haré todo cuanto sea necesario para alcanzar las metas propuestas, seguro de que con la ayuda de Dios y de ustedes saldremos airosos de este honroso encargo que la voluntad popular ha puesto sobre mis hombros.
Muchas gracias.